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Piscinas urbanas: Mandarin Oriental

Cierra los ojos un minuto. Imagina una terraza, en la azotea de un edificio, un oasis en medio del bullicio de la calle...

Cierra los ojos un minuto. Imagina una terraza, en la azotea de un edificio, un oasis en medio del bullicio de la calle, con cómodos sillones y repleto de cojines de diseño, con una piscina rodeada por hermosos setos enredados con pequeñas luces, con tumbonas preparadas con su toalla blanca sobre las que descansas y te refrescas con una copa de cava Juve Camps. Abre los ojos. Estás ahí y Barcelona se rinde a tus pies.

En pleno Paseo de Gracia, una de las avenidas más populares y sofisticadas de España, en ocasiones comparada con la de los Campos Elíseos de París, con una inmejorable y céntrica ubicación, en el número 38 se encuentra el hotel Mandarín Oriental. Ya se respira diferente nada más pasar el umbral de la entrada pero en la novena planta aguarda un chupito de aire fresco gracias a la vista de una de las mejores panorámicas de la Ciudad Condal.

Con el Tibidado a un lado y Montjuic al otro, entre el Consejo de Ciento y la calle de la Diputación se emplaza este exclusivo hotel, punto de encuentro para los que saben dónde disfrutar de un combinado o de un chapuzón desde las alturas. Y es que desde este verano, toda persona que así lo desee, puede subir a la novena planta a partir de las 18,00h, echar un vistazo a la amplia oferta de bebidas y cócteles y dejarse seducir por los sabores de Lima y Tokio. Para ir abriendo boca, te sugiero el ceviche de pescado blanco con lima y cilantro, o el tiradito de besugo con miso, lima y mostaza. Y si eres de los que pierden la cabeza por el sushi… los makis, niguiris, temakis y tekka makis  se sirven recién hechos.

Si lo que buscas es un lugar diferente, donde hacer que una primera cita sea recordada para siempre, donde disfrutar de una comida ligera o simplemente, escapar de los turistas que inundan la ciudad en agosto y gozar de la tranquilidad, gente y vistas fabulosas, no busques más: date un capricho y elévate hasta El Terrat.

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