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Oustau de Baumanière, una mansión en la Provenza

Uno de los hoteles rurales más lujosos del sur de Francia, elegido incluso por la reina Isabel II de Inglaterra para descansar.

Una gran casa de campo construida en el siglo XVI en plena Provenza francesa, en Baux-de-Provence, es el retiro preferido de quienes buscan tranquilidad e intimidad por encima de todo. Se trata del Oustau de Baumanière, un lugar alejado de todo, en pleno bosque mediterráneo y junto a formaciones rocosas, que permite a sus huéspedes una evasión sin igual, sin por ello renunciar a los placeres derivados de la gastronomía francesa. No es de extrañar, por tanto, que la reina de Inglaterra lo eligiera para unos días de descanso, así como actores como Jean Reno o Hugh Grant.

Rodeado de monasterios románicos, grandes fuentes, cipreses, una naturaleza autóctona prácticamente virgen... y con añadidos como una gran piscina junto al edificio de corte tradicional y grandes muros de piedra, es todo un remanso de paz. Pero no se trata solo de la casa principal, ya que todo el complejo se divide en tres grandes edificios.

Por un lado, el Ousteau, que abrió sus puertas en 1945 fruto del sueño de su propietario, Raymond Thuilier. Posee siete habitaciones y cuatro suites, todas decoradas de forma individual por jóvenes interioristas que han conjugado elementos vanguardistas con otros clásicos de la región. Por otro, la casona La Guigou, también de piedra y con cinco habitaciones (dos de ellas, suites), perfecta para alojar a grandes familias que viajen juntas. Por último, Le Manoir, siete habitaciones y siete suites junto a la piscina.

La gastronomía es muy importante en el Oustau de Baumanière, como buen Relais & Châteaux que es. Así, su última incorporación es el restaurante La Cabro d'Or, donde el chef Michel Hulin sirve cocina de la tierra en un ambiente campestre. Se añade a L'Oustau, donde el nieto de Thuilier, Jean-André Charial, que ha heredado los fogones de su abuelo, crea cocina de autor con productos de temporada; y a La Place, un bistró para hedonistas, con la más alta cocina del local y con Eric Bouton como chef.

Con su propio spa para relajarnos y una boutique coqueta de productos de la Provenza, desde miel de flores de lavanda a confituras de albaricoques, pasando por aceites de oliva, es el rincón perfecto para unas vacaciones (desde 200 €).

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