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Mucho más que una casa rural con encanto

Le Cheneaudière, en Alsacia, es un hotel rural construido con los paneles de madera de la casa del papa Calixto II.

Mireille Francois y su hijo Nicolas Decker se encuentran al frente de uno de los hoteles rurales con más encanto de Alsacia. En esta región del noreste francés, que durante los últimos siglos vivió un vaivén de cambios fronterizos, perteneciendo a veces a Francia y otras a Alemania, se levanta una casa que no ha querido perder su valor tradicional ni familiar: Le Cheneaudière.

Con 32 habitaciones y suites, destaca por su particular estructura, fiel a las casas típicas de la región, con grandes tejados a dos aguas y una decoración de montaña con pequeñas ventanas, todas con contraventanas decoradas en vivos colores con bonitas grecas. En su interior, cada una de las estancias es amplia y, sobre todo, cómoda. No en vano la intención de los propietarios es que no solo nos sentemos allí como en casa, sino que también encontremos una seguridad de tranquilidad y paz que, desgraciadamente, no siempre se suele disfrutar en la gran ciudad.

La construcción mantiene parte de su estructura original. Esto supone contar con maderas del Jura que pertenecieron a la antigua vivienda en la que nació el Papa Calixto II. Este pontífice del siglo XII fue quien, el 18 de marzo de 1123, convocó el Primer Concilio de Letrán.

Una cosa es seguro que vamos a encontrar aquí que no hay en ningún otro lado: la cocina. El hotel, que pertenece por algo a la cadena Relais & Châteaux, es toda una meca culinaria. El menú está compuesto por platos típicos, con ingredientes de proximidad que nos hace la boca agua. El chef Roger Bouhassoun se encarga de ello. Entre sus platillos, el tartar de salmón fresco ligeramente ahumado con madera de haya y preparado sobre la mesa; o una Trilogía de foie-gras; o un menú degustación llamado 'Les Princes de Salm' que, por 100 € el comensal, declina en nueve platos todo el buen hacer de la región, tarta de chocolate con whisky alsaciano incluida.

También destaca Le Cheneaudière por su impresionante spa. Inaugurado hace apenas un año, el Nature Spa cuenta con 2.000 metros cuadrados dedicados en exclusiva a la relajación y los tratamientos cosméticos más punteros. Incluye tres piscinas, cuatro saunas, un hammam y el flotarium más grande de Europa. ¿Alguien se apunta?

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