Nusa Dua es una de las zonas de playa más conocidas de Bali. Se encuentra al sur de la misma, con arena blanca y aguas cristalinas que la convierten en el enclave perfecto de un buen número de resorts de cinco estrellas. De hecho, ese fue el objetivo que se marco el gobierno de Indonesia cuando facilitó la creación de la zona, adaptándola al turismo.
Situada a unos 10 kilómetros del aeropuerto internacional, es una zona muy tranquila donde la relajación es el objetivo principal. Si queremos disfrutar de marcha y zonas de ocio, tendremos que ir a Kuta, más animada; pues Nusa Dua es perfecta para escapadas en pareja, románticas y desestresantes.
Una de las playas más bonitas de Nusa Dua es la de Tanjung Benoa. De aguas turquesas, es el hogar de un impresionante cinco estrellas que ha sabido unir la filosofía zen con una estética más contemporánea de lujo, sin renunciar a los valores del Trópico ni a las comodidades de Occidente. Se trata del Mantra Sakala Resort, un rinconcito de cielo.
Compuesto por 261 habitaciones (desde 160 €/noche), suites y villas, el complejo es tranquilo y espacioso. Allí se puede escoger alojamiento desde las confortables suites Sakala, de 62 metros cuadrados y un dormitorio con cama King Size; a la Villa de dos habitaciones y piscina privada, con servicio de mayordomo, acceso directo al Club lounge y 300 metros cuadrados de privacidad. Entre medias, hasta ocho tipos diferentes de estancias (todas con cocina americana y equipamiento multimedia con sonido Bose).
No es posible imaginar un resort en Bali sin su spa. No falta en el Mantra Sakala, y mucho menos con ese nombre. En el caso de este complejo, su Wellness Spa busca tratamientos multisensoriales, además de masajes tradicionales y relajantes. Se completa con tratamientos faciales antiedad, envolturas y un salón de belleza, todo en un marco único y colonial.
Además de su Beach Club y las barras de cócteles y bebidas, hay que añadir a la oferta dos restaurantes de altura. Por un lado, el Sakala Bali, especializado en pescado y cocina local. Por otro, The Restaurant, más moderno, con una bodega variada y platos internacionales.
Terminar el día con un cóctel al lado de su piscina de arquitectura infinita, engancha.
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