Devon estrena un hotel boutique y gastronómico -Lympstone Manor- que merece, indudablemente, una visita porque lo regenta un chef excepcional -Michael Caines- que ha cumplido con este establecimiento ubicado en un edificio histórico, su sueño más personal.
Michael Caines es un chef inglés de proyección internacional, su trayectoria es incontestable y luce coronada con dos Estrellas Michelin; su carrera comenzó allá por 1994 y 5 años más tarde ya lucía su par de estrellas; el S.XXI lo ha visto montar y hacer crecer su pequeño imperio gastronómico y también adentrarse por los complejos caminos hoteleros; hay más, Caines ha fundado The Michael Caines Academy en el Exeter College, ha colaborado con la BBC, trabaja también como consultor gastronómico -eso además de dirigir todo lo relacionado con la gastronomía y la enología de la cadena de restaurantes de la que es co-fundador, Abode Group, que cuenta con 6 establecimientos-. Otro de los hitos de su carrera sucedió en 2006: recibió entonces la Orden del Imperio Británico.
Esta impecable trayectoria no está exenta de momentos terribles que la hacen, si cabe más grande, destacamos dos, uno personal y uno profesional: el personal nos lleva al modo en el que Caines no quiere ser conocido, como el chef que perdió un brazo, porque eso fue exactamente lo que le ocurrió cuando apenas comenzaba su carrera profesional, sucedió en un accidente de coche; el otro momento oscuro de su trayectoria fue el incendio que destrozó el hotel que había comprado cuando inciaba su andadura en este ámbito.
Y ahora, tras este pequeño repaso de la trayectoria de un chef que es poco conocido en España para el mérito que tiene a todos los niveles -personal, restaurador y hotelero- llegamos a Lympstone Manor, el sueño de Michael Caines hecho realidad, así reconocido por él mismo. Se acaba de inaugurar en la costa sur de Inglaterra, en Devon, con vistas al estuario del río Exe.
Caines se ha entregado en cuerpo y alma a este proyecto que comienza con la transformación de un edificio georgiano catalogado como Grado II -edificio de interés histórico y cultural- en un hotel boutique de primer nivel. Estamos en un bello enclave inglés de clima suave, cálido incluso en su verano, y en un edificio restaurado con un gusto exquisito.
Exquisita es también la oferta gastronómica de Lympstone Manor, la firma un chef con doble Estrella Michelin, y anticipa el próximo paso de este nuevo hotel con una bodega más que interesante, el cultivo de sus propios viñedos.
El hotel cuenta con 21 habitaciones, cada una decorada con una inspiración única, una de las aves del estuario del río Exe por habitación; el artista local Rachell Toll ha sido quien se ha ocupado de hacer de las aves arte y decorar las 21 habitaciones.
Por el encanto del lugar, por sus vistas, por su deliciosa oferta gastronómica, por el edificio histórico que ocupa o porque Inglaterra es siempre una buena idea, lo cierto es que Lympstone Manor es una más que notable opción para quienes buscan unas vacaciones tranquilas de belleza y placer gastronómico.
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