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Lujo imperial en el corazón de Tennessee

Nashville cuenta con un edificio que no tiene nada que envidiar al lujo imperial del San Petersburgo de los zares: el Hotel The Hermitage.

Lujo, opulencia, dorados, salones gigantescos, vidrieras artesanales... prácticamente todos los adjetivos que se le pueden aplicar al famoso museo de L'Hermitage de San Petersburgo son perfectos para su homólogo en Nashville. Pero en la famosa ciudad de Tennessee, una de las cunas de la música cowntry, no se esconde una maravillosa pinacoteca bajo ese nombre, sino un increíble hotel de época. Con 122 habitaciones, marca el paso del lujo desde hace más de un siglo.

Inaugurado en 1910, fue el primer hotel de un millón de dólares del Estado. Su nombre es un homenaje a la mansión del presidente norteamericano del siglo XIX Andrew Jackson en la propia Nashville, una casa visitable y que da nombre a muchísimos puntos de la región. Al principio, la pernocta costaba 2 dólares y su publicidad indicaba que sus 250 habitaciones "contaban con agua fría y caliente, destilada para evitar tifus". Sin duda, un anuncio curioso hoy en día. Tras diversas reformas se ampliaron estancias, a costa de bajar el número de habitaciones, y se ha mantenido su sala de convenciones, con capacidad para 200 personas sentadas.

La decoración del Hotel The Hermitage mantiene también el toque decadente de los cinco estrellas clásicos del Medio Este de Estados Unidos. Así, se mezclan grandes butacones de cuero, alfombras persas muy gruesas, mármol de Siena en un lobby majestuoso, paneles de madera rusa, vidrieras de colores, especialmente en la celosía del patio de luces interior; y así mil y un detalles.

Siendo la estrella hotelera de Nashville, no es de extrañar que la lista de sus huéspedes famosos sea extensa. Además de seis presidentes norteamericanos (Kennedy, Nixon o Roosevelt, entre otros), fue el hogar en la ciudad de Al Capone, Bette Davis, Oprah Winfrey o Steven Spielberg, entre muchos otros. Todos, seguro, maravillados ante unas estancias amplias, con su toque justo de clasicismo, muy cómodas y en las que la decoración no da demasiado 'chance' a lo contemporáneo.

Hospedarse aquí es posible desde 210 €/noche. El precio incluye vivir Tennesse como las estrellas, con o sin guitarra de por medio.

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