Pocos hoteles de lujo pueden presumir de ofrecer a sus huéspedes el encanto de la naturaleza más salvaje. Uno de ellos es el Sonora Resort, un Relais & Châteaux en la costa del Pacífico canadiense en el que muchas de sus actividades giran en torno a la fauna circundante, entre la que destaca el siempre temible oso grizzli o las impresionante águilas. Aquí el senderismo cobra una nueva dimensión gracias a bosques de inmensos árboles y vistas sobre el mar en el que no sorprende ver ballenas surcando las corrientes.
Eso sí, sigue siendo un resort de lujo. La decoración nos recuerda que estamos en un establecimiento de montaña. Aquí todo está basado en la madera, con grandes ventanales que permiten disfrutar de las vistas en todo momento. En total, 78 habitaciones (a partir de 550 dólares canadienses) y una carta de servicios que incluye desde clases de cocina a kayak, rafting, pesca con mosca, pesca de salmón... Y todo ello de mayo a octubre, pues es sólo entonces cuando está abierto.
Para los que necesitan un reposo máximo, cuenta con un suculento spa: el Island Currents, que ofrece tratamientos realizados con productos de la prestigiosa firma Valmont, que sólo escoge los mejores hoteles para colaborar en la mejora de la piel. Además, varios restaurantes, uno de ellos reservado a los huéspedes, y en los que se sirve comida tradicional y contundente, eso sí, con una presentación digna del mejor chef francés, muy cuidada.
Sólo un detalle: está tan en medio de la nada que al Sonora se llega en helicóptero... 50 minutos de vuelo desde Vancouver. ¿Hay una manera mejor de empezar unas vacaciones en la naturaleza más salvaje?
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