Hace años que Leonardo DiCaprio engrosó la lista de famosos con isla privada en propiedad. La elegida por el actor norteamericano fue Blackadore Caye, en la costa de Belice, una isla desierta de 420 hectáreas. Ahora, una década después de su descubrimiento por Leo, va a dejar de ser un enclave desierto para convertirse en todo un resort de lujo. Eso sí, siguiendo la concienciación ecologista con la que el actor quiere envolver todos sus proyectos, será un complejo de lujo cuyo impacto medioambiental sea mínimo.
Para DiCaprio, Blakcdore Caye es "el cielo en la tierra", y quiere compartirlo no solo con su socio en la compra de la isla, sino también con todo el que pueda acercarse hasta allí a pernoctar. La idea es crear un gran resort al estilo polinésico, es decir, con grandes plataformas de madera en la que colocar pequeñas villas que hagan las veces de suites de lujo, manteniendo la isla para los edificios comunes, siendo estos los mínimos e imprescindibles, además de un embarcadero (está a 15 minutos en barco de la ciudad de San Pedro y a menos de una hora del aeropuerto de la capital).
La idea detrás del complejo es la restauración completa de la isla. El actor se la encontró devastada por la deforestación y la erosión. Su idea es utilizar los ingresos del proyecto para reforestar manglares y arrecifes, así como plantar palmeras, crear refugios para peces, recuperar una zona para manatíes, eliminar especies invasoras... Todo ello para un plan conjunto en el que lleva trabajando año y medio junto a un equipo de expertos.
Así, si siguen los planes tal cual están previstos, será en 2018 cuando el resort sea una realidad. Lo está llevando a cabo junto al empresario neoyorquino Paul Scialla. Poco a poco, la isla volverá a ser el paraíso natural que fue. Será, entonces, 'el paraíso del cielo'.