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Las cabañas del paraíso están en Bora Bora

Imposible no querer quedarse para siempre en una de las que conforman el maravilloso resort de St. Regis en la Polinesia Francesa.

Lo más seguro es que, cuando vemos una imagen de las clásicas cabañas polinésicas en medio de un mar turquesa, formando parte de un hotel de lujo, estas sean las del St. Regis de Bora Bora. De hecho, basta decir el nombre de la isla para que nuestra mente se traslade en un segundo a este rincón de la Polinesia Francesa y empiece a relajarse y soñar. Y es que no hay muchos sitios más hermosos y evocadores que esta isla y el atolón que la rodea.

El St. Regis es para muchos la referencia de lo que uno espera en un resort polinésico de lujo. Sinónimo de exclusividad, este pequeño paraíso ofrece varias docenas de cabañas de diferentes tamaños, con superficies que oscilan entre los 140 y los 1.200 metros cuadrados, estos últimos en prácticamente viviendas dignas de billonario. Perr no hay que escoger estas para disfrutar de piscina privada, terraza y solarium particular, etcétera; ya que todo el complejo está pensado como retiro premium.

El resort no es solo un lugar para disfrutar de las cabañas, a pesar de su suelo de cristal, su jacuzzi en el baño principal de las villas, su piscina junto al Pacífico o sus cómodos sofás con vistas sobre el agua turquesa. La gastronomía también juega un papel importante. Se nota en los cinco rincones para gourmets que posee el complejo.

El restaurante principal es Te Pahu, con una carta diferente para cenas y almuerzos. En cenas, por ejemplo, se puede comenzar con un poco de foie con vainilla de Taha y bayas de Sencho y continuar con un filete de buey Angus con puré ahumado, ensalada crocante y salsa de moka. Hay que añadir un espacio para sushi, un italiano (el Far Niente) y barras de cócteles.

De la indulgencia balnearia se encarga Clarins, que cuenta en el complejo con un spa propio. Se llama Miri Miri y ocupa un espacio de 1.200 metros cuadrados junto a la laguna del atolón. Sus tratamientos se basan en la tradición polinésica, uniéndola a los productos de la firma francesa.

Pensado sobre todo para lunas de miel, aunque con actividades que cubren también las escapadas familiares, el St. Regis Bora Bora es un rincón paradisíaco que se puede disfrutar a partir de 890 €/noche.

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