Devolver el esplendor a un lugar que se ha apagado con el paso de los años no es tarea sencilla. Y más, si se quiere conseguir un resultado acogedor y sorprendente. Pero hay rincones que invitan a ser restaurados y que, por muchos años que hayan transcurrido, siempre mantienen una pizca de magia que los convierte en especiales.
La Posada Terra Santa ha abierto sus puertas este año como hotel boutique de cuatro estrellas, pero su historia se remonta a siglos atrás. Este alojamiento se encuentra en una casa señorial de estilo típico mallorquín construida en el siglo XVI que mantiene algunos de sus elementos más valiosos. Y el entorno acompaña, puesto que está ubicada en el centro medieval de Palma de Mallorca.
Carmen Cordón e Ignacio Jiménez han sido los responsables de su restauración, en la que han conservado parte de su distribución y algunos elementos renacentistas como un bello ventanal en su fachada en el cual se puede ver el escudo heráldico de la familia Boixadors o los arcos góticos de piedra noble.
Cada estancia desprende paz y calma y el hotel está repartido en varias zonas. Cuenta con 26 habitaciones de varias categorías, con Smart tv, mini bar, productos de aseo ecológicos y wifi entre otras comodidades. En la planta baja, el Restaurante La Posada sirve desayunos buffet y a la carta, con propuestas elaboradas con ingredientes mediterráneos y frescos.
Para los amantes de la lectura, la biblioteca ocupa lo que antes era un antiguo almacén, y el spa cuenta con una sauna y una cabina para tratamientos de todo tipo. Y en la terraza, con vistas a la zona medieval de Palma de Mallorca, un solárium, zona chill out y una pequeña piscina climatizada.
Porque en ocasiones solo hace falta mirar con un poco más de atención para descubrir lugares únicos, y así lo enuncia el lema del hotel: Hidden away since 1576.
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