El hotel Hubertus, ubicado en la cordillera de los Dolomitas -en Krontplaz, una zona famosa entre los amantes del esquí y la nieve-, se preparó la pasada primavera para sorprender y conquistar a quienes lo visitaran tanto el pasado verano como de cara a la temporada de nieve que se avecina; la reforma consistió en la construcción de nuevas instalaciones, que incluían 16 lujosas suites y una zona de SPA pero la estrella de este establecimiento era sólo una: su nueva piscina.
Se trata de un vaso de 25 metros de largo y 5 de ancho cuya profundidad es de 1,30 metros que está colgado entre el cielo y el suelo del Tirol; la piscina está construida en piedra antracita y se integra en un entorno impactante y espectacular en el que se muestra como si de un lago natural se tratara. Las vistas desde esta piscina no pueden ser más impresionantes, se trata de la Cordillera de los Dolomitas, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
La experiencia de nadar en esta piscina supera a la de cualquier piscina infinita gracias a que en su parte frontal termina en una pared de cristal y muestra igualmente parte de su suelo acristalado. La temperatura del agua es de 30 ºC.
¿imaginas flotar entre el suelo y el cielo? esa es la sensación que vivirás al bañarte en esta piscina.
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