Poco tiene que hacer el nuevo hotel The Shangri-La at The Shard de Londres para convertirse en uno de los más deseados del mundo. Esta situado en The Shard, el icónico edificio de Renzo Piano en el corazón de la capital británica, entre las plantas 34 y 52, con vistas de 360 grados de la ciudad. Y, por si fuera poco dominar el paisaje como nadie, además nos da envidia con su piscina.
También podríamos decir que ya es suficiente con el dato de que este cinco estrellas posee la piscina más alta de Europa Occidental, situada en la planta 52 (la última) y con vistas de impresión, como no podía ser menos. Pero no. No es lo único que nos deja boquiabiertos, porque este rectángulo de 11x4 metros no sólo está muy, muy, pero que muy alta, sino que además se acompaña de una coctelería de diseño que ya es el local de moda de Londres.
Si durante el día la piscina está reservada a los clientes del hotel, ávidos de darse un baño y comenzar la jornada con un chapuzón, a partir de la hora del té se transforma. Se retiran las tumbonas y la piscina y su área pasan a convertirse en un club, en el que no faltan mesas bajas, sofás... y una barra en la que sirven los mejores cócteles. Es decir, abre sus puertas el GŎNG Bar.
Diseñado por el interiorista de Hong Kong Andre Fu, el espacio combina elementos occidentales y orientales, todos con mucho glamour y detalles en texturas de gran riqueza. Se completa con obras de arte, esculturas y grandes murales de pintura. Todo para que el ambiente intimista esté asegurado.
Los cócteles de champán y otros destilados se suceden con los snacks de caviar, foie gras y langosta, todo disponible a partir de las 20.30 h. No es posible el baño, pero sí disfrutar de uno de los ambientes más elitistas del mundo. Sobre todo porque acceder al GŎNG Bar necesita de reserva previa y los no huéspedes, además, tienen que hacer un gasto mínimo de 40 € por persona. Mucho menos, eso sí, que los 570 que cuesta, mínimo, una habitación del hotel.
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