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La mansión más grande de Londres convertida en hotel

Un impresionante inmueble del siglo XIX es hoy el Kensington Hotel, la perla de los cinco estrellas boutique de la capital inglesa.

South Kensington se ha convertido en una de las zonas más vibrantes y, al mismo tiempo, cómodas de Londres. Lo primero porque, la presencia de museos como el Victoria & Albert y la cercanía de distritos como Notting Hill o diferentes palacios, se ha acompañado en los últimos años de la apertura de todo tipo de comercios de diseño, así como la apuesta de las grandes firmas de lujo por abrir pequeñas boutiques que 'alivien' las de calles más comerciales, pero sin dejar de ser el centro de Londres. Lo segundo porque, a pesar de todo, sigue siendo una zona residencial, donde la tranquilidad es lo más valorado.

A un paso de estas localizaciones se encuentra uno de los cinco estrellas más bonitos y con mayor encanto de Londres: The Kensington Hotel, perteneciente a la cadena de hoteles boutique Doyle Collection. El sello de esta hotelera irlandesa, con Bernadette Gallagher al frente, asegura un gusto exquisito en cada rincón. Se nota que ella es una amante de los anticuarios y del interiorismo, pues se encarga en persona de la adquisición de piezas tanto para este como para otros hoteles de la firma.

Así, el hotel es el resultado de la unión de hasta seis edificios juntos, lo que conlleva que no haya dos habitaciones iguales y, sobre todo, que sus suites se conviertan en antiguos epicentros del lujo. Estas se encuentran en la primera planta, siguiendo las reglas de la arquitectura de hogar victoriana, pues el inmueble fue, en el siglo XIX, el hogar de diferentes familias (más tarde se reconvertiría en hotel, bajo el nombre de Oslow Hotel).

Destaca la Kensington Suite, con 180 metros cuadrados, tres dormitorios, tres cuartos de baño de mármol con jacuzzi y amenities de la firma de spa Aromatherapy (uno de los puntos fuertes del hotel es, precisamente, el aroma; no faltan fragancias de hogar de Neom en las suites, así como en zonas comunes del hotel). Las camas se han fabricado a mano en Fulham y no falta una pequeña biblioteca (al igual que en otras de las suites, más pequeñas).

El complejo cuenta con un animado bar en cuya barra se puede pedir cualquier combinado o cóctel para un afterwork (las puertas del bar son las de la antigua Central de Correos de Dublín), así como acceso al antiguo Brompton Club, que hoy sigue siendo un club privado en una de las esquinas de la manzana del complejo y al que acuden algunas de las celebrities londinenses. Además, en el terreno gastronómico hay que destacar un desayuno a la carta muy completo así como la posibilidad de degustar un auténtico 'Afternoon Tea' con los mejores scones de la ciudad, entre otras miniaturas.

Mil y un detalles que, junto a un memorable servicio, hacen de este hotel toda una referencia del lujo en la capital y, sobre todo, un ejemplo a seguir. Reservar alguna de sus 150 habitaciones dobles es posible desde 345 €/noche, aunque si se quiere la suite principal, el precio asciende a 3.160 €/noche.

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