Las montañas Cederberg forman una de las reservas naturales más impactantes de Sudáfrica. Situadas en la esquina noroeste del país, hay numerosas especies endémicas y pasear por sus caminos, con poca vegetación, señal de que el desierto de Namibia no queda demasiado lejos, es toda una aventura. Claro que ninguna comparable con la de hospedarse en el Kagga Kamma, uno de los alojamientos más singulares del mundo.
Y es que pocos ganan en originalidad a este, ya que permite dormir en una robusta y comodísima cama de matrimonio colocada en un saliente de las rocas de la propia montaña. Eso sí, la cama es prácticamente lo único que nos recordará que estamos en una suite, porque no hay paredes, ni techo, ni casi muebles (apenas un par de sillones y una mesita, tambien al raso). Y esto es lo que nos ofrecen: la oportunidad de dormir a cielo descubierto sin renunciar a la comodidad de la cama y sin perdernos ni las estrellas ni la sabana a nuestros pies, desde una altura suficiente como para tener unas vistas únicas.
Aunque el ambiente es único, eso no quiere decir que en el Kagga Kamma no se pueda dormir protegidos por paredes. Claro que, en ese caso, también tendremos una oportunidad curiosa de experimentar África: desde una de las cuevas del propio sistema montañoso. Y es que las habitaciones están escavadas dentro de las cuevas del mismo.
Al encontrarse dentro de la propia Reserva, los huéspedes de este resort-lodge único tienen la oportunidad de hacer todo tipo de excursiones y actividades divertidas durante su estancia, así como safaris en bicicleta, caminatas y montañismo, observación de estrellas... Y para relajarse, nada como su piscina o su pequeño spa en el que recibir diferentes tratamientos faciales y corporales. Eso sí, basta con ver allí el atardecer para encontrar paz con uno mismo.
A partir de 235 €/noche, una experiencia de las que jamás se olvidan. ¿Quién se apunta?
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