Las Maldivas son, al menos para los amantes del mar y el verano, un paraíso en la tierra, un rincón idílico y bello del mundo que está poblado por miles de pequeñas islas que apenas salen en los mapas como minúsculas manchas, claro que su ser pequeño se ilumina y se hace grande cada vez que una de ellas se convierte en un hotel de lujo, mar y Maldivas. Ese es el caso de la pequeña isla del Índico a la que nos desplazamos hoy, un poqueño paraíso con hotel de lujo y encanto pensado para viajes de descononexión, de relax y, por supuesto, también románticos. Es Hurawalhi.
Viajamos hasta el Atolón de Lhaviyani en hidroavión desde Male, capital de la República de Maldivas, y nos adentramos en una de las zonas más bellas del archipiélago, una que esconde algunos de los lugares mejor valorados para la práctica del buceo, el snorkel y para ver las mantas-rayas en su entorno natural. Claro que lo primero es instalarse...
Hurawalhi se acaba de inaugurar hace pocas semanas y se presenta como un hotel ecológico -parte de la energía que utiliza es solar-, de lujo y cinco estrellas integrado en la tierra y el mar, con restaurante bajo el agua y pensado sólo para adultos. Podrás alojarte en villas a pie de playa o mar adentro, todas ellas con piscina privada y cuidada decoración. Las playas son las propias del paraíso, con finísima arena blanca y un mar turquesa, la oferta gastronómica -que es local e internacional- te seducirá por el gusto, muy especialmente en el espectacular restaurante bajo el agua cuyo menú se marida con algunos de los mejores vinos del mundo.
Probablemente te tienten las villas sobre el agua pero nuestra recomendación es que no descartes las villas a pie de playa: se trata de chatlets de más de 100 metros cuadrados con piscina infinita privada desde la que podrás ves atardecer en el mar de Maldivas... eso además del hecho de alojarte en la misma playa.
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