Zermatt es una de las estaciones de esquí más importantes de Suiza. Se encuentra en el cantón de Valis y es de las más exclusivas del mundo. A un paso del pico Cervino, su estación principal está a 1.620 metros de altitud, pero su actividad remonta muchos más metros, hasta traspasar la mítica barrera de los 3.000.
Y es precisamente allí, compitiendo con vistas con el mirador de Gornergrat, el lugar desde el que poder ver el poderoso pico del Cervino, donde se encuentra uno de esos hoteles en los que el lujo se eleva al cuadrado. Y no por ganas de ser exagerados, sino porque ofrece un ‘combo’ único al resto: un servicio cinco estrellas acompañado de la posibilidad de recorrer el firmamento del espacio sideral con la mirada.
Esto es lo que ofrece el 3100 Kulmhotel Gornergrat, un establecimiento con dos excelentes observatorios astronómicos que se sitúan justo en cada una de las torres que coronan el complejo. Bajo estas, un total de 22 habitaciones que conforman un pequeño hotel boutique de estilo alpino, con varias Junior Suite si queremos un extra de lujo. Eso sí, en cuanto a espacio, porque el interiorismo es, al igual que en las dobles, muy minimalista, con mucho uso de maderas naturales a la vista y poco mobiliario.
Como gustan decir allí, el auténtico lujo está a la vista de telescopio y alrededor del hotel: el mando blanco de los Alpes en invierno y las praderas de verde intenso en verano. Pero eso no quiere decir que no podamos volver con más recuerdos que las fotografías que hagamos desde el observatorio de los astros. El hotel tiene una boutique muy coqueta con muchos productos propios. Además, su restaurante Vis-à-vis lleva a los huéspedes sabores gourmet en menús de cuatro platos exquisitos.
El centro de observación es de los más importantes de Suiza. Tal es así que no solo se permite su uso a los huéspedes, sino también a los estudiantes de Astronomía de la Universidad de Colonia, así como de otras instituciones europeas. Para llegar es necesario utilizar el tren de cremallera que sale de Zermatt hasta Gornergrat y que tarda alrededor de 40 minutos.
Nada más que por la belleza del lugar y el despejado cielo libre de contaminación, merece la pena (desde 180 €/noche).
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