Esta antigua casona castellana rehabilitada situada en una localidad donde hoy apenas viven 800 personas, Becerril de Campos, lleva el nombre de Sanmartina, una antigua propietaria de la casa, “mujer de bien y de la tierra”.
Su propietaria actual, Isabel, amante de la hotelería de calidad, ha querido desarrollar este proyecto y apostar por el pueblo que la vio nacer. El hotel cuenta con siete habitaciones con una decoración luminosa y sencilla que contrasta con los elementos originales del edificio. Han incorporado el espíritu de los hoteles que han visitado todos estos años, cuidado detalles como los amenities.
El edificio cuenta también con interesantes zonas comunes donde compartir con el resto de huéspedes y también con un jardín de 850 metros desde el que ver las estrellas.
El Hotel Sanmartina se convierte así en el corazón de esta localidad castellana, que se ha reinventado para no morir como otros tantos pueblos de castilla. Se abre de par en par para recibir al visitante y mostrar su gran riqueza cultural e histórica. Es imprescindible visitar el Museo de Arte Sacro que se ubica en la iglesia del s. XV Santa María la Antigua.
También pasear por su plaza mayor parcialmente porticada con sólidas columnas de piedra. Aunque Becerril es conocido, especialmente por su Aula de Astronomía que se ubica en la Iglesia de San Pedro, un templo que se cerró al culto en 1940, pero que abrió de nuevo sus puertas mirando al cielo en 2015.
Otro de los encantos de Becerril, es su ubicación junto al Canal de Castilla. Un canal navegable cuyo desarrollo en el s. XVIII y XIX ayudó a transportar el cereal desde Castilla a los puertos del norte. Hoy es uno de los atractivos más importantes de la zona.
Esto es lo que ofrece el Hotel Sanmartina, un alojamiento honesto y acogedor en el corazón de Castilla que tiene mucho que ofrecer a los que hasta allí nos acercamos.
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