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Hotel Cartesiano: alojarse en una moderna mansión colonial en Puebla, México

El hotel Cartesiano es un magnífico alojamiento colonial pero con todas las comodidades modernas. Y está en el corazón de Puebla, en México.

México es mucho más que la Riviera Maya, Cancún, Acapulco y Ciudad de México, es un gran país, más diverso en lo cultural de lo que solemos concederle, y con una larga historia que se refleja en los vestigios que conserva todavía hoy de aquel pasado. Puebla es, más allá de los rincones caribeños del país, uno de sus lugares más visitados de México gracias a sus 7 pueblos mágicos, su planetario azul y su Angelis Custodiant -un gran concierto que se celebra una vez cada cinco años y que tiene la particularidad de que se trata de un concierto de 125 campanas distribuídas en 32 campanarios del casco histórico de Puebla-.

Y además de todo ésto, Puebla cuenta con un nuevo y magnífico hotel diseñado al calor de la inspiración de las casas coloniales mexicanas, un alojamiento perfecto para vivir México en todos sus matices incluso mientras duermes. Desde el Hotel Cartesiano podrás perderte caminando por las calles de Puebla, una de las ciudades de México más recomendadas para ir de compras, y podrás también subir a la terraza del tejado del hotel y disfrutar de magníficas vistas de la ciudad tanto de día como de noche.

El hotel Cartesiano ofrece con 78 habitaciones distribuidas en dos mansiones coloniales perfectamente remodeladas y actualizadas en reverencial respeto a su historia; en este hotel vivirás México, te relajarás y descubrirás a qué sabe uno de los países más ricos y picantes, en los gastronómico, del mundo; el SPA del hotel Cartesiano te dará el momento de relax y placer que necesitas después de un día caminando Puebla mientras el restaurante Centana Cuatro te servirá una propuesta de platos tradicionales mexicanos que no te puedes perder.

Puebla satisfará también las inquietudes turísticas que los amantes del turismo cultural, lo hará a través de todas las iglesias de la ciudad, barrocas en su mayoría, y también de su majestuosa biblioteca, Palafoxiana.

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