Realmente, no se trata de un hotel. Tampoco de un hostal. Y mucho menos de una coctelería o de una terraza urbana (a pesar de su vocación de estar abierta los doce meses del año). Sin embargo, The Hat es todas esas cosas al mismo tiempo, o solo una, según quién te hable de él. Porque el boca a boca ha sido lo que ha convertido a este nuevo rincón del centro de Madrid en el lugar de moda.
Si eres turista, será un hotel de diseño que apuesta por el minimalismo y el medio ambiente, con habitaciones y suites privadas para una o dos parejas. En el caso de ir más justo de presupuesto, será un hostal, ya que cuenta grandes habitaciones de alta capacidad que acogen, sobre todo, a viajeros que llegan solos a Madrid. Y si se es de la capital, será la nueva terraza del centro, donde todos quieren despedir el día con una cerveza o una copa.
"Muchos llegan solos pero a los pocos minutos ya tienen compañía, porque se crea fácilmente comunidad en The Hat", explica Alfonso, uno de sus socios propietarios. La filosofía con la que han querido impregnar el proyecto no es la de un hotel 'low cost', sino más bien la de un 'smart hotel', es decir, un lugar donde se personalice hasta el infinito la experiencia de cada cliente y en el que se sienta como en casa sin necesidad de contar con una infraestructura de servicio desmesurada. Para ello, nada como invitar a huéspedes y locales a alternar juntos en su terraza.
Situada en la quinta planta, ocupa lo que en el edificio previo a la reforma completa a la que se le sometió era un palomar. Con mesas repartidas por los cuatro lados, el remate de un patio de luces en medio y buenas vistas, no es de extrañar que en dos meses de vida ya sea la preferida de los amantes de lo último. No solo cuenta con un buen servicio y una carta con bocados a buen precio (desde tostas de jamón ibérico o queso de cabra a quiches de verduras o de jamón y queso por 4 €), sino también con actividades que van desde conciertos a espectáculos de magia, pasando por showcookings y todo tipo de actividades culturales.
El hotel hace uso de la tecnología NFC, que permite abrir las habitaciones con el móvil, mediante la APP de The Hat. Dentro, las camas están clavadas a 2,5 m de altura y se accede a ellas por una escalera. A partir de 60 € si se opta por la suite privada para dos personas (más barato si se escogen otras opciones), incluye desayuno y la posibilidad de alquilar bicicletas y tablets. Modernidad en estado puro.
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