Quien pensara que, tras los Juegos Olímpicos, Río de Janeiro no deparaba más sorpresas y tardaríamos en recibir noticias desde la ciudad brasileña, se equivocaba. Prueba de que el dinamismo no se para es la inauguración del nuevo Gran Meliá Nacional Rio de Janeiro, la gran apertura de Meliá de cara a esta nueva temporada y que ya ha causado sensación (estaba previsto para antes de los Juegos, pero no fue posible).
El nuevo cinco estrellas de la empresa española cobra vida en una estructura impactante de Oscar Niemeyer que adquiere una renovada vida como hotel de lujo, un edificio que es Patrimonio Histórico de Río de Janeiro y que alberga de nuevo un resort urbano en el que el confort y la exclusividad son constantes.Tras más de 20 años cerrado, volver a ponerlo en marcha ha sido un sueño para muchos, que esperan que recupere pronto el tiempo en el que celebridades y personalidades de todo el mundo lo elegían para sus estancias en la ciudad.
El hotel se encuentra en la hermosa bahía de San Conrado, enmarcado entre playas y bosques, presidiendo la propia avenida Niemeyer y a un paso de la propia playa del mismo nombre que la bahía, así como de diferentes centros de ocio y de numerosos restaurantes de moda.
Claro que no será por la oferta propia del Gran Meliá Nacional. El complejo posee dos restaurantes que aspiran a marcar pauta en la capital flaminense, además de tres bares. Hay que añadir un helipuerto, piscinas, centro de eventos... y 413 habitaciones. Estas están decoradas en colores cálidos, con sábanas de la firma Trussardi, lo último en multimedia y carta de almohadas.
El sello de Niemeyer se puede notar en cada rincón del hotel, incluso el renovado lobby. Los jardines, por su parte, mantienen el diseño del paisajista Burle Marx, uno de los colaboradores de Niemayer a lo largo de toda su carrera. Detalles de altura que explican por qué Meliá quiere que este nuevo cinco estrellas sea "el mejor hotel de Brasil".
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