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Glamping en la Sierra de Grazalema

El Hotel Hoopoe permite vivir como en Asia Central en plena serranía andaluza.

Los pueblos nómadas de Asia Central fueron los creadores de las yurtas, unas cabañas muy especiales que, a pesar de ser móviles, permitían evitar todas las inclemencias de la estepa y las grandes llanuras solitarias de los alrededores del Gobi. Actualmente, se han modernizado e incluso cuentan con vigas, de ahí que no se puedan trasladar, pero mantienen su encanto original.

Quienes viajan por la Ruta de la Seda, con destino a Samarkanda, saben bien qué es dormir en una de ellas, pues son trayectos que, en muchas ocasiones, carecen de ciudades con infraestructura hotelera. Pero no es necesario marcharse a Uzbekistán o Mongolia para dormir en una yurta. Basta con viajar a Andalucía, a la sierra de Grazalema.

En Cortes de la Frontera, un pueblo de la provincia de Málaga a un paso de Ubrique, se encuentra The Hoopoe, un hotel muy especial que ha reemplazado las habitaciones por las tradicionales cabañas mongolas. Una especie de 'glamping' medio andaluz medio asiático que permite una experiencia diferente sin salir del país.

Con piscina, bar y zona de relax para tomar el sol, el hotel se encuentra enclavado en plena naturaleza, con los bonitos paisajes de la sierra de Grazalema alrededor. Es un buen lugar para realizar excursiones de senderismo, así como para organizar avistamientos de aves.

Como explican desde el propio establecimiento, es posible elegir entre cinco yurtas muy diferentes. La de estilo mongol destaca por estar pintada de naranja tostado con motivos tradicionales en verde, azul y oro. La afgana, por su parte, es más romántica, con postes de madera curvados y un techo rojo oscuro. La de Jaipur está hecha de madera de castaño y la luz que se filtra entre las hojas de los alcornocales de su alrededor. La Safari, decorada en vivos colores tierra. Y la Maimani, con un gran kilim, tambien de madera de castaño. Todas se encuentran equipadas con camas de matrimonio y piezas de mobiliario tradicional de Mongolia.

Sin duda una experiencia diferente en la que, por momentos, olvidaremos que nos encontramos en Andalucía y tendremos la sensación de estar esperando a los guerreros de Gengis Khan.

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