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Esquí de lujo en Gulmarg, junto al Himalaya

Gulmarg es una estación de esquí muy especial de Cachemira en la que el lujo se entiende bien con los descensos de vértigo.

Esquiar en Gulmarg no es algo de lo que muchos hayan podido presumir. Y es que esta estación invernal no se encuentra en los circuitos habituales de escapada en busca de descensos geniales de los amantes del deporte blanco. No todos pueden ir hasta este rincón de Cachemira, en India, con 1.330 metros esquiables en vertical y una altitud que oscila entre los 2.650 m. y los 4.200 m. de la montaña Apharwat.

Eso sí, los que puedan acercarse hasta el techo del planeta, no deben dejar pasar la oportunidad de alojarse en todo un resort de altura en el Himalaya: The Khyber, un hotelazo increíble de aires alpinos y arquitectura contemporánea que lleva a este rincón del norte de la India todos los lujos, gustos y maneras que podemos encontrar normalmente en Suiza o Francia. Y eso incluye desde piscinas aceritaladas a jacuzzis, cabañas de madera y, por supuesto, una rica gastronomía.

Perteneciente a Small Luxury Hotels of the World, se define a sí mismo como una ‘rara gema en un lugar perfecto’. Con 85 habitaciones, repartidas por varios cottages típicos de los alpes, con llamativos techos a dos aguas de color verde (en verano contrastan con el esplendor de los bosques de la zona) y un complejo de escaleras formando terrazas con reminiscencia tradicional, a la de los templos antiguos, no hay rincón que no impresione en The Khyber, la estrella del Gulmarg.

Todas las habitaciones, independientemente de su categoría, son espaciosas, decoradas con mobiliario de gran lujo y artesanías creadas por los pueblos de la región. El objetivo es que nos sintamos en casa, de ahí el espacio, la confortabilidad de los sofás y butacones o la grandiosidad de la cama, siempre en colores bien conjuntados, con elegancia.

De la parte gastronómica se encargan sus cuatro restaurantes. El Cloves, abierto todo el día, ofrece menús con comidas de todo el mundo, desde una rica pasta italiana a mezzes griegos, pasando por dim sum chino o el Wazwan, la gastronomía local que se sirve allí normalmente en las bodas del Rajastán. Por su parte, el Nouf es uno más intimo, con terraza al pinar, elevado sobre el valle, y que es perfecto para comidas a base de carne a la brasa. El tercer restaurante es el Chaikash, y es un espacio para el té en todo su universo, con su propia liturgia para ser bebido (de 11 de la mañana a 8 de la tarde). Por último, el Calabash, donde poder beber un destilado o fumar una sheesa (de 18.30 a 22.30 h.).

Con un completo spa, una gran piscina interior acristalada para disfrutar de las vistas y un gimnasio completo, The Khyber ofrece todas las comodidades para aquellos que no solo quieran descensos perfectos en el Himalaya. Será la aventura blanca de nuestras vidas (desde 170 €/noche).

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