Y buena culpa de ello lo tiene un hotel de diseño en pleno corazón de esta estación alpina: Les Suites de la Potinière, en el que todas sus habitaciones, 16 suites, presumen de ofrecer las mejores vistas a las montañas. Situado en la cota 1.850, la joya de la Corona de este cinco estrellas es su apartamento privado, un dúplex de 450 metros cuadrados, cuatro dormitorios, otros tantos baños con jacuzzi, un salón de 100 metros cuadrados con chimenea y una cocina completamente equipada. Un loft neoyorquino en los Alpes sobrio y minimalista, perfecto para disfrutar de la nieve.
También está a la altura de hedonistas su restaurante La Suite, en el que las botellas de champán se descorchan por docenas cada noche de invierno gracias al buen ambiente, y exclusivo, que se genera allí. Con un juego de iluminación que consigue efectos violetas, rosas y azules, permite disfrutar del final de la jornada con un buen coñac en la mano, pero también con unos bocados de cocina francesa de altura.
Y para los que no sólo esquían, nada como su spa. Con 450 metros cuadrados, Le Spa by Omnisens es un espacio para el descanso en el que no falta una relajante piscina rodeada de grandes velas y cuya carta de cuidados incluye masaje balinés, shiatsu, reflexología, masaje thailandés...
A partir de 1.000 € las suites de 55 metros cuadrados en Temporada Baja (en Alta, a partir de 1.700 €), es posible disfrutar de las noches más exclusivas de Courchevel. Eso sí, si se decide por el apartamento, tenga en cuenta que el precio parte de 11.000 €, hasta los 15.000 € en Navidades.
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