El primer hotel de la cadena Hyatt en Mallorca no es un hotel como tal, es un resort, una villa construida a imagen y semejanza de la cultura de la isla, ubicada en la montaña y con espectaculares vistas del mar balear; es un refugio, un rincón de lujo y placer en una isla moderna y dinámica, en uno de los rincones más bellos del mar Mediterráneo.
Hyatt elegió una zona elevada y hermosa de Mallorca y construyó en ella una coqueta villa que es un resort de lujo y ahí, con vistas no sólo al mar sino también a Canyamell, una población del noreste balear en el que nace el sol cada mañana. Esta ubicación es todo no remota que puede serlo cualquier otra en una isla como Mallorca, es en realidad un refugio que protege a sus huéspedes del bullicio mallorquín alejándose sólo lo justo para que puedan vivirlo igualmente cuando así lo deseen.
142 habitaciones y 16 suites conforman los alojamientos de este resort que ofrece además a sus huéspedes una serie de servicios que lo convierten en uno de los hoteles más recomendables de Mallorca: terraza ajardinada con tres piscinas, una de ellas infantil, centro de fitnes, centro de bienestar y spa y 4 tentadoras propuestas gastronómicas: un bar de tapas para disfrutar de los mejores vinos nacionales -Tapas Bar-, un restaurante de cocina local en el que degustar la alta cocina balear basada en productos locales y de temporada -The Balearic-, otro que presenta una propuesta de comida panasiática -Asia- y un café en la plaza central de resort -Café Sa Plaça-.
Las Islas Baleares, y Mallorca en particular, son uno de los destinos por excelencia del veraneo europeo y, con este nuevo resort, completan una oferta hotelera que se deja querer por la belleza, la exclusividad y el lujo.
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