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El placer en la ciudad de la alegría y los palacios

El JW Marriott Hotel & Spa es el hotel más tentador de Calcuta, la ciudad de la alegría y también la ciudad de los palacios.

Cuando pensamos en grandes viajes más allá de las playas del Caribe, Bali o las Maldivas, enseguida vienen a nuestra mente lugares como China, Japón, Estados Unidos, Australia... y la India; este país asiático resulta atractivo a rabiar para los turistas occidentales porque resulta a nuestros ojos de lo más exótico en lo cultural -no hay más que pensar en Bollywood y en la sugerente y deliciosa gastronomía india- y también en lo histórico, no en vano una de sus ciudades más importantes, Calcuta -Kolkata en bengalí-, es conocida como la ciudad de los palacios, también como la ciudad de alegría, además de ser un urbe íntima e indisolublemente unida a Santa Teresa de Calcuta.

Hace dos años que esta ciudad cuenta con uno de los hoteles Marriott más lujosos y exclusivos del mundo, un magnífico lugar de placer y descanso si llegas a Calcuta con intención de conocer hasta el último rincón de la ciudad. Y te recomendamos que así lo hagas porque estás en una ciudad que cuenta más de 2000 años de historia y que, desde que la Compañía Británica de las Indias Orientales trasladara su sede a esta ciudad bengalí, transformándola y provocando su mayor expansión.

El JW Marriott Hotel & Spa está, probablemente, en su mejor momento para ser disfrutado y degustado en tanto como ofrece: es nuevo, pero no tanto como recién inaugurado lo que nos ahorra el disgusto de descubrir detalles que no ha habido tiempo de que estén listos antes de inaugurar sin privarnos del placer de alojarnos en un hotel que huele a nuevo y sabe a nuevo.

Las habitaciones de este lujoso hotel son las más grandes que encontrarás en los hoteles de Calcuta, cuentan además con magníficos baños de mármol y desde todas ellas disfrutarás estupendas vistas a la ciudad, agua embotellada, cafetera y servicio de té, base para iPod, consigna para el equipaje, bata y secador de pelo; el Spa de este Marriott es de capricho y la piscina infinita exige, cuando menos, un baño; y a todo ésto se suma una espectacular propuesta gastronómica que incluye buffet abierto todo el día tanto de cocina asiática como internacional.

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