La quietud que rodea al NH Palacio de Tepa obliga a que echemos un vistazo un par de veces al mapa porque no puede ser que estemos a menos de cinco minutos de la populosa Puerta del Sol. Pero así es, porque este cinco estrellas de la serie Collection de la cadena hotelera española está en pleno barrio de las Letras de la capital, a un tiro de piedra del Madrid monumental, los grandes museos, el toque castizo y también el cosmopolita.
Se encuentra situado en lo que fue durante 150 años el palacio de los duques de Tepa, un edificio neoclásico construido entre los últimos años del siglo XVIII y los primeros del XIX por Jorge Durán (en piedra y ladrillo, alrededor de dos patios). La restauración de los arquitectos Javier Feduchi Benlliure y Werner Durrer no sólo le devolvieron el esplendor de antaño, sino que permitió descubrir los restos del Viaje de Agua de La Castellana, que surtía a las casas del barrio durante los siglos XVII y XVIII, y que se encuentran a la vista junto a la recepción, en un pequeño museo.
Las habitaciones son cómodas y muy espaciosas y el hotel se encarga de cubrir todos los detalles. Desde un baño con todo tipo de amenities y productos Bvlgari, a unas habitaciones superiores y suites que cuentan con su propia máquina de Nespresso (cápsulas gratuitas), bombones de bienvenida, frutos secos... y unos extras, también gratuitos, que nos hacen sentir todo un sultán: elección de almohadas, carta de velas con fragancias de hogar (de la firma catalana Cerabella) y una segunda elección: la de sales de baño. Además, un salón en la planta baja reservado a huéspedes permite descansar o tomar cafés gratuitos durante todo el día.
Pero si hay algo que destaca sobremanera es el desayuno. Con el asesoramiento de Paco Roncero, pocos hoteles pueden presumir como el Palacio de Tepa de ofrecer, simplemente, lo mejor de lo mejor. A una selección bastante amplia y saludable, como es habitual en los mejores NH, hay que sumar una selección de productos y recetas delicatessen del chef que convierten de su buffet en el más interesante para los sibaritas que acudan a Madrid en busca del desayuno perfecto: minisandwiches, una decena de bizcochos, tartas, tartaletas y dulces diferentes, media docena de galletas de diferentes sabores, charcutería selecta, flanes y yogures, zumos de todo tipo... y una carta de huevos, embutidos y bocados calientes a la espera de que el huésped se anime a darse el gusto de probarla.
A partir de 140 €/noche, una experiencia que bien merecería tener seis estrellas y no cinco. Inolvidable.
Galería de imágenes
-
1
-
2
-
3
-
4
-
5
-
6
-
7
-
8
-
9
-
10
-
11
-
12