Hace dos años, en enero de 2014, un devastador incendió redujo a cenizas el que estaba considerado el adalid del lujo en la estación invernal de Sierra Nevada. El Lodge se convertía en un recuerdo, tras quemarse por completo. Sin embargo, el pasado mes de diciembre volvía a resurgir, cual ave fénix, para volverse a poner como líder de la hotelería premium del esquí andaluz.
El actual ofrece el mismo encanto de alta montaña que el anterior. Se presenta construido en madera finlandesa (no hay que temer más incendios, a pesar de la elección del material) y quiere convertirse en una referencia mundial, tuteando a los chalets de gran lujo que se alquilan bajo el mismo concepto de lodge en los Alpes. De ello se ha encargado el decorador británico Andrew Martin, que ha elegido detalles que crean estancias con un toque nórdico clásico, bien por la presencia de muebles escandinavos o chimeneas típicas de aquella región.
Sus 20 grandes habitaciones y suites se reparten por cuatro plantas de modo que no falte terraza privada en ninguna de ellas. Destacan las familiares con acceso directo a sauna y piscina desde la propia estancia. Siempre con ventanales gigantescos desde los que disfrutar de las mejores vistas, ya sea de pie junto a ellos o tumbados en los sillones chester con mantas de piel que buscan el arrope del huésped.
Las estrellas de El Lodge son las suites Imperial y Real, que se sitúan en la última planta y ofrecen las mejores vistas.
Este cinco estrellas boutique cuenta con dos restaurantes, un bar y un lounge. The Grill es un restaurante rústico de alta cocina, con un menú a la carta que se presenta con elegancia y que se sirve de productos de temporada para confeccionar el menú (destacan los platos con carne de caza. Por su parte, The Sun Deck es un bar-terraza con vistas a la montaña. Su barbacoa es donde se cocinan carnes sabrosas, siempre a punto. The Lounge es donde acabamos el día, con un buen cóctel.
Además, El Lodge posee un spa en el que desestresarse, regalarse tratamientos cosméticos de la firma Babor o hacer un poco de ejercicio. Actividades que complementan toda una escapada de nieve a la sierra granadina (desde 390 €/noche).
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