Es habitual que haya hoteles que bautizan sus suites con los nombres de antiguos clientes ilustres, o directamente personajes famosos de la historia a los que quieren rendir homenaje. Lo que no es tan frecuente es encontrarse todo un establecimiento dedicado a una única persona, y mucho menos sin convertirlo en una especie de parque temático. Es el caso del Platine, en pleno centro de París, todo un tributo a Marilyn Monroe.
La actriz norteamericana es la estrella, y no solo porque su imagen ocupe en algunas habitaciones toda la pared del cabecero de la cama, sino porque es su vida y su obra la que decora cada rincón. Las 46 habitaciones están ambientadas con distintas características de la carrera de Marilyn, así como grandes carteles de sus películas o retratos míticos.
Su interiorismo toma como punto de partida el Hollywood de los años 50, de ahí que se mezcle lo 'retro' con los servicios más modernos. Estampados clásicos de aquella época como los topos o el damero, cafeterías con estética norteamericana (con batido de fresa y hamburguesa como combinado principal), camas redondas, rojos chillones en el mobiliario... La suite, además de elementos contemporáneos como la cafetera Nespresso o un 'dock' para iPod, cuenta con uno de los baños más diferentes, todo en azulejos y cerámicas rojas.
Uno de los puntos fuertes del Platine es su spa. Cuenta con un baño de vapor turco, así como una sauna. Además, sus salas de masajes ofrecen diferentes tratamientos, existiendo la posibilidad de que sea doble en una de ellas. Del cuidado corporal se encarga el Instituto Omnisens. Sus expertos proporcionan tratamientos como el Masaje Relajante al Elixir de cera, que se realiza con velas que van derramando sobre el cuerpo, de forma cálida, una cera con aceites esenciales.
Sin duda, un hotel diferente que no solo gustará a los fans de Marilyn, sino también a todo aquel de las decoraciones retro más logradas.
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