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El corazón imperial sigue latiendo en San Petersburgo

El Hotel Taleon Imperial, la tradición de opulencia de los últimos zares, a cinco minutos andando del Hermitage.

Situado en lo que fue el Palacio de la familia Eliseev de San Petersburgo, el inmueble en el que se levanta el lujoso hotel Taleon acoge historias increíbles desde el mismísimo siglo XVIII. Acogió a Marguerite Georges, actriz y amante de Napoleón III durante sus actuaciones en Rusia, así como fue hogar del Duque Von palen, uno de los instigadores del intento de asesinato del emperador Pablo I en 1801, o la propia Catarina la Grande ayudó a su embellecimiento.

El resultado, un lugar mágico que aún hoy conserva la opulencia y la majestuosidad de aquellas épocas. Sigue dominado la intersección del río Moika con la perspectiva Nevsky, a cinco minutos andando del museo del Hermitage, en la plaza del Palacio, y las más lujosas tiendas de la ciudad se encuentran a su alrededor.

Perteneciente a la cadena de The Leading Hotels of the World, el Taleon Imperial cuenta con 120 habitaciones y suites, así como un par de restaurantes, otros tantos bares, y salas para eventos y bodas que recrean fielmente lo que eran los banquetes de la corte zarista más afrancesada.

Llama la atención que cada una de las 120 habitaciones sea completamente diferente una de otra. Eso sí, se mantiene un estándar de lujo en lo decorativo que recuerda al de los maharajás hindúes, en tanto que destaca, sobremanera, el color dorado y el marfil. En ese sentido, el hotel quiere mantener el concepto de hogar que quiso darle la familia Eliseyev y evitar que se repita la distribución y el interiorismo de un rincón a otro del inmueble.

Las mejores habitaciones son las cuatro suites estrellas: la Taleon, la de la Emperatriz, la Eliseev y la más importante, la del Emperador, que ocupa todo el esquinazo de la tercera planta, con unas vistas que dominan por completo la Perspectiva Nevsky. Cuenta con una recreación del salón imperial, dos dormitorios, dos cuartos de baño completamente de mármol, comedor, sala de estudio, vestidor… Según el hotel, “excede las expectativas siempre”.

Sin duda, no hay mejor lugar para poder sentirse como un auténtico zar que este palacio; ¡y más aún en sus suites de oro!

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