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El auténtico rey de Copacabana

Abierto en 1923, el Belmond Copacabana Palace sigue siendo el epicentro de la vida social de lujo de Río de Janeiro.

Glamour, lujo y samba se dan la mano en una de las playas más excitantes y conocidas del planeta: la de Copacabana, en Río de Janeiro. Situada en la zona sur de la ciudad, su forma curvada la convierte en un destino deseado por muchos, curiosos de ver en persona cómo los brasileños son realmente únicos a la hora de disfrutar de baños de arena, sol, Atlántico y deporte.

Los más afortunados podrán, además, realizar todo eso en primera línea de playa, en un auténtico palacio que abrió sus puertas en 1923 con un estilo Art Decó que aún hoy perdura, tras una profunda rehabilitación. Se trata del Belmond Copacabana Palace, el hotel que aglutinó a ricos y famosos de todos los países que acudían hasta Río de Janeiro y que aún hoy hace las delicias de la alta sociedad.

Es difícil decidirse por qué rincón es más llamativo. Por un lado, su piscina, dispuesta de modo que se cumplan todas las fantasías sobre lo que debe ser disfrutar de un buen cóctel bajo un cielo magníficamente azul y rodeados de glamour. Aunque, si es por estilo, qué mejor que el Piano Bar... o su restaurante Cipriani, un guiño al hotel veneciano en el que, cómo no, se sirven increíbles platos de cocina trasalpina, así como platillos locales.

Además, como buen hotel de playa que es, independientemente de su condición de cinco estrellas Gran Lujo, cuenta con un servicio completo de atención al huésped en la playa. Basta solicitarlo para que equipen nuestra escapada a la arena de Copacabana con sombrilla, hamaca, toallas y botellas de agua.

Sus habitaciones enamoran por el lujo de su mobiliario, funcional y clásico, que invitan al relax. Entre ellas, las suites que hacen las veces de ático son las más interesantes. Son siete, prácticamente todas con una terraza privada con vistas sobre la playa y en la que se pueden hacer pequeñas fiestas y encuentros. Todas ellas cuentan con su propia colección de arte en las paredes, así como lujosas alfombras y lo último en tecnología multimedia, además de gigantes camas XXL y baños de ensueño donde no falta ni un detalle.

Se encuentran en una planta con acceso a una piscina privada, así como un bar donde tomar una copa con vistas, e incluye servicio de mayordomo.

Ahora que Brasil se ha convertido en el centro de atención mundial gracias al fútbol, qué mejor que conocer una de sus perlas más codiciadas. Eso sí, sin balón por en medio (desde 520 €/noche).

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