Hoteles

Diseño y vanguardia a los pies de Machu Picchu

En el pequeño pueblo de Aguas Calientes se encuentra El Mapi, un hotel boutique con mucho encanto.

Inkaterra es la iniciativa hotelera de José Koechlin von Stein, que lelva más de 35 años dedicados al ecoturismo en Perú, concretamente en la región de los yacimientos arqueológicos de la ciudad de Machu Picchu. En Cuzco, por ejemplo, cuenta con establecimientos de lujo como La Casona, perteneciente a la cadena Relais & Châteaux, así como otros más modestos pero en los que ha desplegado todo el encanto del diseño minimalista de vanguardia, creando hoteles boutique únicos que, por dónde se encuentran, aun resultan más mágicos si cabe.

Es el caso de El Mapi, un pequeño hotel situado precisamente en Aguas Calientes, el pueblito que se encuentra en las propias faldas de la montaña en la que se asienta Machu Picchu, y en donde para el tren que, cada día, atrae a numerosos turistas dispuestos a conocer uno de los enclaves más hermosos jamás construidos por el hombre. Como La Casona, se trata de un espacio responsable con el medio ambiente, cargado de energía positiva y con el objetivo de que el huésped logre esa comunión entre el pasado inca y las fuerzas de la Naturaleza.

Con 48 habitaciones, la decoración es sencilla y acogedora, con detalles divertidos como cabeceros rústicos realizados con el reciclaje de tablas de madera, a juego con pequeñas mesas de noche. No faltan camas de gran tamaño, preparadas con suaves juegos de cama y fundas nórdicas de inmaculado blanco; ni pequeños butacones y sofás donde descansar.

El recurso de lo orgánico es clave. Así, desde la fachada llena de pequeños troncos muy finos a los espacios comunes, en colores neutros y con elementos decorativos relacionados con la tradición inca, todo llama la atención. Sobre todo, su bar, dispuesto en un cuadrado y donde se funde la biblioteca con la barra. De hecho, si no supiéramos que estamos en los Andes peruanos, podríamos pensar que se trata del último local de moda.

Las reservas incluyen tanto el desayuno como la cena en el hotel, así como la asistencia desde la estación de ferrocarril. Reservar una noche es posible a partir de 210 €/noche y el propio hotel se encarga de organizar todas las excursiones a medida, por lo que la visita a Machu Picchu en las mejores condiciones está completamente garantizada.

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