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Diseño contemporáneo en el nuevo W Amsterdam

Recién inaugurado, la cadena W entra en la capital holandesa con un complejo de vanguardia. Cócteles, vistas y diseño se dan la mano.

Ámsterdam es una ciudad viva que, en materia hotelera, sigue demostrando por qué Holanda es el país con mayor presencia de vanguardia arquitectónica a la hora de elegir dónde pasar la noche. Y es que el país de los tulipanes cuenta con un buen número de establecimientos a cuál más original, y, sobre todo, buen ejemplo de reciclaje. Así, hemos visto readaptar barcos, grúas de puertos y faros.

Uno de los últimos ejemplos ha sido la reconversión en un hotel de cinco estrellas de la antigua Oficina del Gobierno para Transacciones y Telefonía, un edificio monumental que vive ahora una segunda vida en pleno centro de la ciudad, junto a la plaza Dam. Originalmente construido en 1925, con una estructura de hormigón robusto y fachada monumental de ladrillo, hoy es uno de los dos inmuebles comunicados de los que consta el recién inaugurado W Amsterdam.

El resultado es una mezcla de elementos arquitectónicos holandeses tradicionales y diseño de vanguardia, en los que prima un interiorismo moderno, de espacios que tienden al minimalismo, pero siempre con muebles muy contemporáneos y detalles de lujo como las grandes pantallas multimedia o los separadores de estancias de diseño.

Con 238 habitaciones y suites, destacan estas últimas por su amplitud, así como por un mobiliario muy original, en el que predominan las líneas curvas (hay desde camas redondas a grandes bañeras, pasando por todo tipo de mesas y sofás).

El hotel ofrece una exquisita gastronomía. Así, el The Duchess es el restaurante principal. El amplio menú consta de exquisitos productos mediterráneos combinados con los suaves y refinados sabores del sur de Francia e Italia. La presentación trata de ser la clave, con toques diferentes. Eso sí, si prefieres carne, nada como ir a Mr. Porter, que fusiona un lounge de moda con un asador clásico. Tiene DJ residente y bar separado. Es el más elegante del complejo.

Y para una copa, nada como el Lounge W, en la terraza, donde se sirven grandes cócteles y al que se accede en un ascensor especial.

Además, el W cuenta con un perfecto spa, un lugar en donde serenarse tras una jornada descubriendo Ámsterdam. No faltan razones para una escapada y, de paso, estrenar esta joya del lujo contemporáneo holandés (desde 449 €/noche).