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Desconectar entre viñedos en el Duero

Abre sus puertas el Six Senses Douro Valley, un nuevo hotel de gran lujo que se levanta rodeado de viñas en el Duero portugués.

En el centro-norte de Portugal, a un paso de Vila Real y en plenos viñedos de la ribera del Duero, acaba de abrir sus puertas el último gran establecimiento de lujo del país vecino. Lo hace de la mano de la cadena Six Senses, que ha elegido este pequeño reducto de tranquilidad, rodeado de vides, para lanzar una propuesta a medida de los que buscan tranquilidad en una escapada rural. Así, el Six Senses Douro Valley es ya una realidad.

Concretamente, fue el pasado mes de julio cuando comenzaron a llegar los primeros huéspedes. Se encontraron la belleza de unas instalaciones de estreno, pero también un área protegida como Patrimonio Universal por la Unesco, a las que pertenece este complejo de 71 habitaciones y suites (desde 285 €/noche), que presiden las ocho hectáreas de terreno circundante. Se trata de una gran casa solariega, construida en el siglo XIX pero con interiores de diseño contemporáneo. En ella destaca su torre, en medio del edificio principal del complejo, y la única que contrasta con el resto por su color, más claro.

El resort toma el relevo a lo que fue el Aquapura, y mantiene la oferta de relajación y viñedos, con escapadas en las que no faltan las bodegas, las catas y la tradición del norte de Portugal. Al ser un Six Senses, el ámbito spa y belleza está más que cuidado. Así, su balneario incluye todo tipo de tratamientos, que son otorgados por profesionalizares que, además de los residentes, contarán con los mejores terapeutas de la cadena, que rotan por los diferentes hoteles del grupo.

En concreto, lo que nos espera allí junto al Duero es una gran piscina exterior, rodeada de tumbonas dobles, así como 10 salas de tratamiento, una segunda piscina, pero esta vez cubierta y climitaizada; saunas aromáticas, saunas secas, duchas árticas y camas de agua. Un recorrido completo entre zonas a cuál más relajantes. Además, no faltarán terapias de vinoterapia.

El hotel cuenta con su propia bodega y las habitaciones han sido decoradas con elementos que recuerdan al mundo del vino y del campo, aunque cada una con un interiorismo diferente, para crear multitud de espacios. Y si quieres ver los viñedos, nada como dar un paseo en sus helicópteros. Por la noche, en algunos de sus restaurantes VIP, podremos comentar la jornada y charlar sobre las vistas impresionantes de los valles del Duero desde el aire.

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