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Descensos, lujo y relax en el glaciar de Stubai

Es uno de los pocos lugares en los que se puede esquiar los 12 meses del año. Stubai permite disfrutar de la nieve sin reparar en exquisiteces, más si es en el Hotel Jagdhof.

Situado a muy poca distancia de Innsbruck, el valle de Stubai es uno de los más hermosos de Austria. Su fama se debe, especialmente, a su maravilloso glaciar, considerado uno de los mejores del mundo. Además, a diferencia de otros, aquí se han creado pistas de esquí de gran calidad, con un tamaño aceptable y unas magníficas condiciones a lo largo de prácticamente todo el año, aunque es ahora a finales del otoño y en pleno invierno cuando mejor rendimiento dan (en verano, Stubai ofrece más de 20 pistas abiertas).

En el valle se encuentran tres pequeñas estaciones de esquí en las que predominan los paisajes maravillosos, la amplitud de recorridos y la posibilidad de acercarse, al acabar, a un bonito pueblo típico tirolés, como puede ser Neustift, en el centro del valle, que es el mayor y más conocido de la zona.

Es allí donde encontramos a nuestro protagonista: un maravilloso hotel de montaña de cinco estrellas con impresionantes vistas sobre el glaciar. Se trata del Spa-Hotel Jagdhof, a apenas 35 km. de la frontera con Italia y que ofrece a los huéspedes que llegan a Innsbruck un servicio de chófer privado que les recoge en el aeropuerto o en la estación de ferrocarril (ambas a media hora del establecimiento).

El hotel pone el énfasis en los servicios, así como en la decoración. Llaman la atención las hamacas interiores, dispuestas frente a amplios ventanales para poder mecerse plácidamente mientras vemos el paisaje nevado, o la decoración de madera tradicional, con techos a dos aguas y la chimenea siempre encendida.

Tampoco se desdeña la gastronomía. El desayuno es contundente, para coger fuerzas de sobra como para disfrutar de toda una jornada en la nieve, o hacer senderismo de montaña. Pero también cuidan las cenas en uno de los seis restaurantes gourmet del complejo, todos pequeños para hacer del ambiente algo acogedor e íntimo. Destaca el Gondel, una cabaña que permite hasta seis comensales y que se ha especializado en fondues.

No falta, como su nombre indica, un spa, en el que relajarse con la sauna, disfrutar de la piscina al aire libre o recibir algún masaje o tratamiento de belleza. Prácticamente cualquier indulgencia es posible en el Jahdhof, el mejor retiro en Austria para una escapada de alta montaña.

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