La empresa Amadeus, en colaboración con Fast Future, ha publicado un informe en el que, una vez analizadas las tendencias actuales, propone determinadas pautas que, en su opinión, podrían seguir los hoteles de lujo del futuro.
La aparición del "lujo asequible", la segmentación del mercado, la innovación tecnológica y la permanente búsqueda de diferenciarse de los usuarios del lujo más exquisito, son algunas de las variables que, a día de hoy, dan bastante credibilidad al informe en el que se plantea como horizonte temporal el año 2020.
En primer lugar, es muy probable que la exclusividad del hotel esté delimitada en gran medida por la capacidad de amoldarse a los requisitos y preferencias personales de cada cliente. Los hoteles ofrecerán servicios a medida, específicos para cada usuario en cuanto a comunicaciones, alimentación, conexión, tamaño de la habitación, color de la decoración, etc.
Por otro lado, los hoteles de lujo podrían asegurar su exclusividad restringiendo el número de clientes, de manera que solo se podrá alojarse en ellos por invitación. Una línea marcada por algunos restaurantes en el presente. Otro aspecto señalado por el informe es la provisión de determinados servicios por robots muy desarrollados que asegurarán la privacidad sin restar eficiencia, y que podrían recordar las preferencias personales de cada cliente.
Todas estas características implican una atenta "escucha" de las necesidades de los clientes (mediante el uso de las nuevas tecnologías y redes sociales), un sistema de información que permita discriminar las atenciones y privilegios en función del número de veces que el cliente se haya alojado en el hotel, las razones de su estancia, etc.
Una de las tendencias que ya se observa en otros ámbitos como la venta de apartamentos de lujo en enclaves privilegiados, o de super yates, es la asociación de grandes marcas de lujo con estos hoteles. Por ejemplo, la decoración de Fendi Casa, la flota de automóviles Rolls Royce y, por descontado, la magia de los mejores chefs y sommeliers del mundo.
La clave que determinará qué cadena de hoteles se impone a las demás será la versatilidad y la rapidez a la hora de incorporar los cambios de tendencia en los gustos y necesidades de tan exclusiva clientela.