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Crossbasket, un castillo escocés para desconectar

A un paso de Glasgow, este singular castillo con cocina de cinco tenedores es de las grandes novedades de Small Luxury Hotels.

Detrás de cada piedra, de cada escalera, de cada terraza del castillo de Crossbasket hay una pequeña historia. Como explican desde este pequeño hotel boutique en Escocia, el huésped, sin saberlo, puede estar guardando su equipaje en el armario en el que lo hiciera hace un siglo el por entonces Duque de Cambridge, o paseando por los mismos jardines en los que el químico e inventor Charles Macintosh comprobó que su tela resistente al agua era todo un acierto. Y es que, desde el siglo XV que se construyó hasta ahora han sido cientos los que allí han pernoctado.

Por fuera, Crossbasket mantiene casi intactos todos los elementos de las casas señoriales de los últimos siglos en Escocia, mientras que por dentro prefiere un lujo contemporáneo, pero también hogareño, con el objetivo de que nos sintamos como en casa, o en un escenario de Downton Abbey donde realmente es difícil no sentirse a gusto.

El castillo es perfecto para una escapada, y sus alrededores son suficientemente amplios como para que no haya que salir nunca de sus dominios, los cuales se pueden visitar en un paseo en 4x4 o incluso en helicóptero (otro modo, por cierto, de llegar hasta el hotel). La casualidad de encontrarse con otros huéspedes es pequeña, pues apenas hay 9 habitaciones en todo el complejo, en todo caso, en las dependencias comunes, un bonito salón con chimenea y amplios sofás y cómodos sillones.

La habitación estrella es la suite, coqueta pero amplia, con un bonito salón y un dormitorio con cabecero de dosel y en donde la decoración clásica se acompaña de lo último en multimedia, así como objetos retro que son una delicia para el amante de las cosas curiosas (como los teléfonos de época en las mesillas).

Pero el punto fuerte del Crossbasket está en su restaurante. The Chez Roux es uno de los más laureados de la región, con el chef francés Albert Roux al frente que, acompañado de su hijo en los fogones, permiten probar lo mejor de la cocina gala en las mesas armoniosamente decoradas con una vajilla de ensueño.

Desde 225 €/noche.