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Cortijo del Marqués, un hotel con historia a un paso de Granada

El Cortijo del Marqués, situado entre la Sierra del Pozuelo y la Sierra Arana, es uno de los últimos secretos de Granada.

Sin alejarte mucho de la ciudad de Granada puedes encontrar la desconexión que garantiza el campo y, al mismo tiempo, indagar en la historia del Reino de Granada y en la vida tradicional de una cortijada andaluza. El Cortijo del Marqués, situado entre la Sierra del Pozuelo y la Sierra Arana, es uno de los últimos secretos de Granada, que durante mucho tiempo pasó desapercibido entre campos de olivos, trigo y girasoles, hasta que Silvia y Eilko, sus actuales propietarios. lo rescataron del olvido y lo convirtieron en un hotel con encanto para compartirlo con el mundo.

Su origen lo encontramos tras la conquista de Granada, cuando los musulmanes de estas tierras se vieron obligados a entregar gran parte de sus propiedades. Fue así como un vasto campo agrícola de varias miles de hectáreas fue transferido al Marqués del Mondéjar, Luis Hurtado Mendoza. En el siglo XIX el ya conocido como Cortijo del Marqués pasó a manos de una familia local. Allí trabajaron más de 30 familias de jornaleros, se construyó una capilla, que actualmente se conserva, y llegó a parecerse más a un pequeño pueblo que a una casa de campo, hasta que a finales del siglo XX fue abandonado.

El hotel mantiene el sabor de antaño, la esencia de lo que un día fue, con sus techos altos, columnas, patios, fuentes, materiales tradicionales… y ha respetado la estructura de antiguas estancias, como la cuadra, el palomar o la carpintería. La arquitectura tradicional también se cuela en sus 15 habitaciones, elegantes, amplias y todas diferentes. Cuenta con habitaciones familiares, suites y habitaciones dobles. Entre las más espectaculares destacan la suite situada en el antiguo granero del Cortijo, con muros de piedra y un techo original de madera de 5 metros de altura; y la suite en el antiguo silo, con dos plantas circulares de 50 m² bajo un precioso techo de madera.

Los sofás Chesterfield otorgan un carácter exclusivo al gran salón comedor de la casa, que también presume de un alto techo de madera y dos chimeneas para acurrucarse junto al fuego en el invierno. En verano se pueden abrir completamente las puertas de cristal para crear un ambiente casi al aire libre. En este tiempo apetece salir al exterior y pasear por las calles del Cortijo y los aledaños campos de olivos, trigo y girasoles. Para refrescarse, nada mejor que darse un chapuzón en la piscina.

Silvia y Elko, han conseguido hacer de este hotel un lugar de encuentro para gentes de todo el mundo que llegan al Cortijo enamorados del embrujo de Granada, buscando un alojamiento auténtico, que respeta y mantiene los elementos de la arquitectura y forma de vida tradicional de Andalucía y que además acoge al que hasta allí llega con toda la confortabilidad de un hotel con encanto.

El entorno del Cortijo del Marqués permite practicar senderismo, montar en bici o a caballo o simplemente disfrutar de un buen paseo por el campo, y en las noches despejadas disfrutar de un maravilloso cielo estrellado. Además, este hotel con encanto es un buen punto de partida para visitar la ciudad de Granada, hogar de La Alhambra; conocer los pueblos blancos de las Alpujarras; esquiar en Sierra Nevada; o descansar en alguna de las playas de la Costa Tropical.