El encanto de Lisboa radica en las peculiaridades de cada uno de sus barrios. Entre los más conocidos podemos citar La Baixa, con sus calles geométricas y clásicas, el sabor marinero de Alfama, el ambiente cultural del Chiado o la vida bohemia del barrio Alto. Pero si nos quedamos sólo con lo que aparece en las guías, nos perderíamos otros lugares de interés, como el barrio de Amoreiras, cuyos iconos son las torres de las Amoreiras y el acueducto de las Águas Livres. Caminar por sus calles adoquinadas nos permite entrar en contacto con el espíritu creativo de la ciudad, comprar antigüedades o visitar museos en un ambiente tranquilo.
En la plaza Alto de São Francisco, junto al Jardín das Amoreiras, se levanta Casa Amora, un típico edificio de la burguesía lisboeta de principios del siglo XX, que ha sido convertido en un coqueto B&B. Fue rehabilitado con sumo cuidado en 2012, manteniendo la arquitectura tradicional y los elementos más característicos de la cultura portuguesa. La carta de presentación es su fachada recubierta de azulejos, y abierta al exterior por sus ventanas y balcones. Dentro, se han mantenido el estuco y la típica jaula pombalina, una estructura de entramados de madera que empezó a utilizarse en la construcción lisboeta tras el terremoto de 1755.
Dispone de un total de 11 habitaciones con baño privado, 5 de ellas en la misma casa y 6 estudios en un edificio contiguo de arquitectura pombalina. Su toque cálido y temático ha sido bien pensado y no deja a nadie indiferente. Cada habitación está decorada de manera diferente, homenajeando a destacadas figuras de la literatura, la música, el cine o la pintura portuguesas del siglo XX, como Fernando Pessoa, Amália Rodrigues, Manoel de Oliveira o Helena Vieira da Silva. Nada se ha dejado al azar y eso se nota en los detalles de la casa. Los huéspedes disponen siempre de fruta, té, café y galletas, y pueden servirse del honesty bar.
Como buen Bed & Breakfast, el desayuno de Casa Amora es uno de sus puntos fuertes. Se trata de un desayuno bufé abundante y sabroso que se sirve en el patio, a base de productos frescos y recién hechos, como quesos, diferentes panes, jamón, yogur, cereales, croissants, té, café, zumos, bizcochos o los tradicionales pasteles de nata. Y todo ello en un ambiente muy chic, con sillas de Lona y las coloridas lozas provenientes de Caldas da Rainha, creadas por Rafael Bordalo.
Su ubicación es ideal para visitar las tiendas de antigüedades de Rua de São Bento y Rua da Escola Politécnica, los museos del Agua y de Vieira da Silva, los barrios históricos de Chiado y Barrio Alto, así como la Avenida da Liberdade y sus tiendas de moda.
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