Asturias tiene un encanto ya de por sí especial. Merece la pena descubrir cada uno de sus rincones y playas sin mapa alguno, tan solo siguiendo el instinto y los consejos de los habitantes de la zona, quienes mejor conocen el lugar.
Una buena forma de redescubrirla es alojarse en un hotel excepcional como, por ejemplo, el Cae A Claveles. Está situado en la Sierra del Cuera, en La Pereda, Llanes, un enclave maravilloso para dejar a un lado las prisas y el estrés y preocuparse únicamente de emplear el tiempo en uno mismo.
Emma Fernández es su propietaria, una artista que encargó el proyecto a los arquitectos Longo + Roldán, quienes han conseguido un resultado espectacular. El hotel se encuentra en una finca de, aproximadamente, 8.000 metros cuadrados salpicada con varios desniveles. Un terreno que a primera vista podría resultar complicado a la hora de construir en él, pero en el cual el hotel se ha integrado de tal forma que simula una colina más.
Al estar dentro de él, da la sensación de estar alojado dentro de la propia superficie terrestre. Incluso se puede dar un paseo sobre la cubierta y admirar desde allí la naturaleza que lo rodea.
Pero, más allá de su sorprendente diseño de hormigón y cristal, parte de la exclusividad del hotel Cae A Claveles reside en que únicamente cuenta con cinco habitaciones. Todas ellas de grandes dimensiones y equipadas con las últimas tecnologías, además de poseer camas tamaño king size y estar comunicadas directamente con los jardines.
Como ventanas abiertas al mundo desde las que se puede admirar el espíritu asturiano más auténtico, cada rincón del Cae A Claveles es un lugar privilegiado. A un lado el Cantábrico y al otro los Picos de Europa, este hotel no podría encontrarse en un punto más estratégico para empaparse de la esencia asturiana.
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