Berlín es una ciudad moderna, casi vanguardista y a la vez es hija de su propia historia; es una ciudad culta en la que las galerías de arte son de visita obligada, es también referencia europea en lo musical, en la escena e incluso en el cine, no en vano es la sede del Festival de Cine de Berlín, la Berlinale; es una ciudad viva, actual... y atrevida, tanto como para estrenar un hotel hecho a la medida de los sueños de Dita Von Teese, un hotel burlesque. Su nombre lo dice todo: Provocateur.
Será inaugurado en marzo y para entonces sus 58 habitaciones estarán listas para recibir al moderno turismo de esta ciudad almena y a lo más granado de la sociedad berlinesa en su restaurante asiático y francés, en el que el chef Duc Ngo seduce por la boca a los paladares más vanguardista con su modo de entender la cocina asiática a través de las avanzadas técnicas culinarias francesas, y también en su bar.
Provocateur es un hotel intenso como los perfumes de noche y seducción, es sofisticado, elegante y muy provocador, el rojo, un rojo profundo y aterciopelado, domina el interiorismo del hotel y crea un ambiente propicio para que cualquier cosa suceda, incluso lo impensable; es el hotel perfecto para un show de Dita Von Teese o para una campaña de Agent Provocateur; inspira la decoración de sus espacios en el París de los años 20 y eso aun manteniendo alma y corazón de Berlín.
El culpable de este interiorismo es Saar Zafrir, un diseñador israelí que vive y trabaja actualmente en Amsterdam, ciudad desde la que se ha ocupado en los últimos tres años del interiorismo de unos 20 hoteles europeos, uno de los últimos de todos ellos, Provocateur Berlin, probablemente, el más seductor de todos ellos y, sin duda, el más sorprendente.
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