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Bulgari Bali, un resort solo para hedonistas

Situado en una colina, junto a un acantilado sobre el mar, une el lujo asiático y el glamour europeo bajo las estrellas de la isla.

La isla de Bali no ha dejado de ser un lugar mágico para el viajero que busca exotismo y lujo a partes iguales. Sin embargo, podemos elevar al cuadrado ese concepto de lujo gracias a la unión del glamour y el 'expertice' de una firma como Bvlgari y todo el encanto del que es capaz la hotelería de cinco estrellas en este rincón de Indonesia. Así, el Bulgari Resort de Bali es mucho más que un hotelazo.

Corona una colina aislada en el municipio de Uluwatu, en el extremo sur de la turística península de Jimbaran, donde se encuentra la gran mayoría de resorts de lujo. Pero que no esté a pie de playa no le resta un ápice de encanto, ya que pocos podrán disfrutar como sus huéspedes de una de las vistas más exclusivas del mundo a 150 metros de altura sobre el Índico. De hecho, pocos asocian Indonesia con este tipo de acantilados, atardeceres que son el marco excepcional para cualquier día perfecto.

Diseño italiano contemporáneo y tradición balinesa se dan la mano en la decoración y en la construcción de los diferentes edificios del complejo, en los que destacan sus grandes techos de paja, al estilo local. De hecho, recuerdan a una fortaleza medieval, y su situación aislada lo potencia, como si fuera un castillo.

La recepción ha sido construida con piedra volcánica tallada a mano, maderas exóticas de la propia isla y muebles exóticos con un toque vintage, todo bajo la idea del arquitecto Antonio Citterio, que ideó el complejo. Es lo primero que ven los huéspedes antes de conocer su villa. Será una de las 59 del resort, todas con su propio jardín, piscina y sala de estar al aire libre, techada bajo rafia de coco (cada villa puede llegar a los 1.300 metros cuadrados).

De hecho, se potencia mucho el concepto de que todo esté al aire. Por ejemplo, la ducha, en un baño acristalado que deja esta parte tras unas puertas (la bañera, en cambio, se encuentra dentro, en el centro). Será imposible, por tanto, ducharnos y oír nuestra música preferida si esta suena en el salón, equipado con un sistema de audio y vídeo Bang & Olufsen.

En su spa, donde todo se basa en la tradición del masaje holístico, es posible llegar al séptimo cielo. Solo hay que dejarse en las manos de expertas terapeutas que, además, nos perfumarán con los tratamientos de la firma italiana. Todo un lujo que es posible disfrutar desde 650 €/noche.

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