Codrington es uno de esos pequeños pueblos frente al Caribe de los que es difícil que hayamos oído hablar pero que, seguro, es poner un pie en él y enamorarnos hasta el punto de no querernos marchar. Se trata de una pequeña localidad de apenas 1.300 habitantes en la isla de Barbuda, fundada por una familia de emigrantes británicos en el siglo XVII que la bautizaron con su apellido y la dotaron incluso de un castillo que dominaba la ciudad.
Es allí donde se encuentra el Barbuda Belle Luxury Beach Hotel, un complejo que se prepara para acoger a unas decenas de huéspedes en el que será su primer verano de vida. Y decimos decenas no porque no haya bastantes más dispuestos a estar en este rincón paradisíaco del norte de Barbuda, sino porque el hotel solo cuenta con seis habitaciones, todas ellas en pequeñas villas junto al mar, en un ambiente delicioso.
Delicioso por las vistas, por la construcción, por sentirnos como auténticos Robinsones... No falta un patio o un balcón en cada villa, que se han diseñado elevadas sobre estacas para poder disfrutar de unas estampas del Caribe increíbles (por cierto, de un turquesa que impacta). Tal como se ha configurado, es precisamente el mejor lugar de la isla para ver la puesta de sol, y como se puede hacer mientras se disfruta de un cóctel de su bar Barbuda Belle, pues mejor que mejor.
Algunas villas disponen de bañera y otras, plato de ducha. Eso sí, en todas hay wifi gratuito y un servicio de habitaciones las 24 horas del día. La idea es que encontremos un santuario de relax, y se consigue con una arquitectura que se basa en lo local, con paredes construidas con cañas de bambú y grandes techos a dos aguas. Las camas, con dosel, contrastan por el blanco de las sábanas con la madera del suelo y las paredes.
La gastronomía es otro aspecto cuidado. En la primera planta del Clubhouse, que es la casa principal del complejo, se encuentra The Mangrove, un restaurante para cenas y desayunos en el que se sirven platos de corte francés y mucho pescado. Para comer, los huéspedes son invitados a hacerlo en la propia playa, o en las villas si así lo desean.
Sin duda, Barbuda, una isla desconocida para el turismo español, bien merece ser considerada como destino top por su capacidad de darnos lo mejor en el ambiente más relajado y discreto. ¡Y no faltan ni deportes acuáticos ni naturaleza! Vamos, que lo tiene todo.
Una noche en el Barbuda Beach Belle Luxury Beach parte de 950 €.
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