Tiene una terraza. Y un spa en el que el relax dibuja, irremediablemente, una sonrisa en el rostro. Tiene, además, esa atmósfera que es el marco perfecto para propuestas relajadas. Son esos planes, a primera vista, sin importancia pero que le ponen la chispa a cualquier día. Ahí radica toda su originalidad en que la cotidianeidad de un almuerzo roza lo excepcional por el contexto o entorno. El último de este hotel barcelonés es un almuerzo distendido y bajo el sol.
La terraza, en la sexta planta, tiene un nombre, claro, Explore Spa Studio, que invita a un baño revitalizante en el exterior, es su Vitality Bath. El almuerzo es ligero y saludable para quienes deben continuar con la jornada y precisan una pausa que cargue la pila justo antes de regresar a la oficina. Es así también porque en el verano nuestro apetito pide frescura, bocados más livianos.
Para quienes no fueron a trabajar ni deberán volver porque es sábado o domingo, el hotel abre ambos días con esta novísima y sugerente idea. Lo hace para huéspedes y clientes externos.
Así, cualquier día es un buen día para descubrir el Explore Spa Studio, con vistas a la ciudad, dos salas de tratamientos, un área de belleza, baño de vapor, sauna, ducha signature, y la terraza-solarium. Entre los tratamientos, de Cinq Mondes, destaca el masaje Mediterráneo. Porque estamos frente a él, nos abandonamos en sus manos.
Precio del almuerzo y el acceso al spa y terraza, a partir de 15 euros.
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