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AWA, un hotel con vistas al volcán para olvidar todo lo demás

El hotel AWA es un reclamo perfecto para viajar a Chile, para disfrutar de la espectacular naturaleza de Puerto Varas.

Chile es un país espectacular de arriba a abajo. Lo es. Naturaleza, paisaje, gastronomía, sus gentes… todo en Chile merece la pena. Nos pilla desde aquí un poco al otro lado del mundo, pero unas vacaciones, un roadtrip por Chile, de norte a sur, es de esas cosas que uno debería hacer en la vida. AWA hotel nos sirve de reclamo y excusa.

En PUreto Varas, en la Región de los Lagos, situado a orillas del lago Llanqhuihue, el segundo lago más grande de Chile, uno de los mayores atractivos del AWA son sus magníficas vistas al agua coronadas con el volcán Osorno, de 2652 metros, -que nada tiene que envidiar al Monte Fuji-, y su cima nevada de fondo. Este volcán es parte de la cordillera de los Andes y primer paso para recorrer la Patagonia chilena. Se nos antoja excepcional amanecer con semejantes vistas.

Todo en torno al AWA es una naturaleza desbordante, del agua al monte, las montañas, rodeado de grande y protegidos parques naturales donde es fácil perderse. Y gracias a eso el hotel cuenta con actividades al aire libre de todo tipo.

Y todo esto está bien, no puede gustarnos más. Pero lo mejor, la experiencia del descanso, está en el interior. Dentro de un magnífico y singular edificio el hotel AWA ofrece una estancia de absoluto confort, relax y lujo para olvidarlo todo mientras observas y disfrutas, cómodamente, la voluptuosa naturaleza exterior.

El proyecto familiar que ha llevado 3 años de construcción utilizando un materiales como la piedra Laja, la piedra volcánica o el ciprés de las Guaitecas junto con las más modernas y las más locales técnicas de construcción. El resultado es un edifico de hormigón, acero y cristal que destaca y se integra en el entorno, respetando y enriqueciendo el espacio. Sostenible y energéticamente eficiente.

En su interior una cuidada decoración de entorno, en un modo de lujo y tradición local, de arte moderno y telares mapuches, las amplias habitaciones y gran parte de las estancias comunes miran al lago, al volcán, a la naturaleza, a los espectaculares cielos. Pero con el máximo confort, chimeneas incluidas cerca de la cama. Sólo podemos hacernos una idea del placer de ver anocher tumbado en la inmensa cama Super King frente a los inmensos ventanales con la chimenea encendida.

Para aprovechar el tiempo y el relax y lograr un completo reset, el AWA tiene también un spa con una piscina semiolímpica de dos carriles de 25 metros que parece asomarse al lago, pero cubierta. Sauna, baño de vapor, piscina de hidromasajes… Una spa donde la miel de abeja de la zona de Puerto Varas se utiliza para tratamientos y masajes relajantes, o contra dolores musculares, reumáticos, contra la fatiga, la depresión, la piel deshidratada o los trastornos del sueño que entendemos serán pocos en la paz del lago Llanqhuihue aunque los arrastremos desde nuestro lugar de origen.
Y por último y muy preciado, la cocina. Dirigida por el chef Oscar Bermudes, con la asesoría del belga Mathieu Michel y el apoyo del Sous-Chef Andrés Donoso, nos ofrece cuidados menús de alta cocina en la que se mezclan los ingredientes de la zona, las tradiciones locales y una sofisticada creatividad de vanguardia. Y el bar, un lugar para perderse o encontrarse, para relajarse con un cóctel, con unas copas o con los mejores vinos chilenos, para no conocer a nadie o para conocer gente interesante.

El viaje es largo para nosotros, pero merece la pena perderse en las últimas estribaciones de los Andes y las primeras de la Patagonia, en Los Lagos, si contamos con un lugar de descanso tan atractivo como el hotel AWA. Desde luego que sí.