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Avino, un 'palazzo' frente a la costa amalfitana

La villa del siglo XII de una familia noble italiana es hoy un hotel de lujo con uno de los miradores más exclusivos sobre el Mar Tirreno.

Una villa del siglo XII acogió durante siglos a la familia Sasso, nobles italianos de Scala descendientes de San Romualdo, fundador de la orden del Císter, y Santo Domingo Sasso, sucesor del fundador de la orden de los dominicos. Con semejantes antepasados, normal que la influencia de la familia se dejara notar, y mucho más si podían presumir de una casa encima de una colina cerca de Ravello, presidiendo parte del golfo de Salerno.

Hoy, la antigua villa Sasso ha cambiado de nombre. Desde 1997 acoge el Palazzo Avino, uno de los hoteles de lujo más interesantes de la costa amalfitana. El palacio aún mantiene parte de la estructura primigénea, y prueba de ello son algunas habitaciones particularmente pequeñas, usadas como despensa y bodegas privadas durante la Edad Media; y eso a pesar de que fue prácticamente abandonado durante parte del siglo XVIII.

Hoy el hotel acoge 38 habitaciones y 17 suites, completamente renovadas en los últimos años para ofrecer un lujo opulente en el que no faltan dorados, muebles de gran tamaño y una decoración llamativa. De hecho, todos los espacios se han decorado con azulejos Vietri artesanales, alfombras antiguas, muebles restaurados de los siglos XVIII y XIX... que comparten protagonismo con elementos más contemporáneos como lo último en multimedia, estaciones para conectar el iPod, sábanas de Frette Linen y amenities de la lujosa Dr. Vranjes en sus marmóreos cuartos de baño.

El hotel se sitúa en lo alto de la colina, y a sus pies no tiene playa, sino la típica costa escarpada y rocosa de Amalfi. Así, se ha creado en Marmorata, una localidad a 15 minutos del hotel, una serie de plataformas donde tomar el sol, un cóctel e incluso chapotear en el propio Tirreno, unidas mediante pequeños tramos de escalera, cuyo conjunto ha sido bautizado como 'Clubhouse by the Sea'. Además de un restaurante y vestuarios propios, cuenta con piscina y un servicio continuo de traslado del Palazzo al Club.

La gastronomía es capital en Avino, con diferentes restaurantes y cafés, terrazas frente al mar e incluso un bar especializado en el maridaje de langosta y Martini. Todo para que disfrutar del sur de Italia sea aún más placentero (desde 330 €/noche).

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