Búfalo, en el Estado de Nueva York, es una ciudad famosa por ser donde se encuentran las cataratas del Niágara. Lo que no todo el mundo sabe es que es la segunda urbe de Estados Unidos en ratio de millonarios por habitante, o que su centro urbano es uno de los que más boutiques tiene. De hecho, en la ciudad presumen de que es imposible visitar todas las tiendas en un par de días dedicados ex profeso a ello.
Con vistas precisamente a su centro financiero y comercial, acaba de inaugurarse una suite de las que invitan a perderse en sus habitaciones. Se trata de la Penthouse del hotel Hyatt Regency Buffalo, o lo que es lo mismo, de la suite del ático. Desde la calle, viendo el edificio de ladrillo rojo de este establecimiento histórico (se trata de un cinco estrellas de más de 400 habitaciones levantado en 1922, en plena expansión económica), nadie diría que su última planta alberga este rincón del lujo.
Llama la atención su interiorismo, ya que se trata de una mezcla ecléctica de estilos. Al contrario de en otros hoteles de lujo, en los que se apuesta por el minimalismo, o por una sicronía de color, en este caso es más bien un conjunto de ideas que, eso sí, consigue una sensación perfecta de hogar, en tanto que nos recuerda a una casa desordenada... pero con muebles de diseño y piezas de decoración de firma.
Así, imposible no fijarse en los candelabros modernistas, los muebles años 70 del salón, la mesa de madera de roble que protagoniza el comedor, con capacidad para ocho personas, o las sillas de cuero de estilo Bauhaus. Y a eso hay que sumar grandes relojes, espejos que se apoyan contra las paredes, estampados retro... (además de una cocina, una barra especial para desayunar, televisores de 65 pulgadas LCD...).
Reservar la nueva suite lleva consigo el poder contar con un limusina para ir y volver al aeropuerto de Búfalo. Así, la experiencia de lujo junto a las cataratas del Niágara se vive de principio a fin.
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