Tras dos años cerrados por una completa renovación, uno de los hoteles más emblemáticos de París ha reabierto sus puertas sin perder ni un ápice de lo que le hizo famoso: el Príncipe de Gales vuelve con su legendaria decoración Art Decó y disfrutando de las ventajas de encontrarse en plena avenida George V de la capital francesa.
Perteneciente a The Luxury Collection, el trabajo conjunto de dos grandes interioristas: Pierre-Yves Rochon (lobby, suites, habitaciones y spa) y Bruno Borrione (restaurante, bar y terraza) ha dado como resultado una oda al mundo del arte de vanguardia. No hay dos habitaciones iguales: desde los cojines a las paredes o los cuadros que presiden los baños son diferentes en cada una de ellas, con gamas de colores que recorren todo el espectro. Una experiencia diferente en cada estancia, aunque siempre con todos los detalles cuidados hasta el extremo.
La casa Rochas se ha encargado de vestir a los empleados, la firma Delisle, de los candelabros gigantes que jalonan los techos, muebles de fina artesanía en las zonas comunes... Un mosaico de elegancia que mantiene el alto estándar que ha hecho del Prince de Galles un referente durante los últimos 80 años.
Entre sus habitaciones destaca el Appartement Parisien, una suite de 165 metros cuadrados con terraza (sólo ésta, 72 m2), con su propia minibodega, máquina de Nespresso, servicio de mayordomo exclusivo, videoconsola, varios televisores de plasma y la colección de baño de Bvlgari al té blanco. Un lujo auténtico por 11.500 €/noche (aunque hay habitaciones más económicas, desde 680 €/noche).
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