El lago de Orta se encuentra en plenos Alpes, al norte de Italia y en plena Llanura Padana. En sus aguas se alza, imponente, una isla, la de San Giulio, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco; y en este rincón del Piamonte es donde se enclava un maravilloso y fascinante palacio árabe que hace las veces de hotel y restaurante Relais & Chateâux: la Villa Crespi.
Esta impresionante residencia de 1879 destaca por su arquitectura cuajada de arabescos, por su lujo y por la torre que preside el edificio, como salida de un cuento de 'Las mil y una noches'. Cuenta con 6 habitaciones (desde 250 €) y ocho suites (de 350 a 800 €/noche) entre las que destacan la Gold y la Royal, con cama matrimonial, balcón privado y vistas al lago. Decoradas en dorados y con muebles de época, hacen del clasicismo Rococó toda una experiencia.
Pero si por algo merece la pena, además de admirar la arquitectura, es por su cocina. El restaurante que dirige el chef Antonino Cannavacciuolo, a la postre propietario del hotel, está considerado uno de los mejores de Italia. Él ha sabido traer a las frías montañas la tradición del sur del país y en la carta aparecen platos como el Spezzatino de pescado con crema tibia de calabaza y espuma de agua de mar, las gambas de Sicilia a la 'pizzaiola' o el Gnocchetti de bacalao, algas y tartufo di mare.
Unos sabores italianos que pueden presumir, sobre todo, de originalidad. Con dos estrellas Michelin, quién no se apunta.
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