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El banco convertido en hotel de 5 estrellas

El hotel W Amsterdam ocupa no sólo un edificio histórico de la ciudad de Amsterdam sino uno que fue, además, el Banco de Holanda.

Alojarse en un hotel de 5 estrellas es un lujo -en Amsterdam y en cualquier ciudad, claro- pero si además el hotel está ubicado como el el W Amsterdam en un edificio histórico, el lujo comienza a tomar tintes de exclusividad que incrementan más si cabe su interés cuando sabes que el edificio en cuestión fue construido para albergar un banco y que así lo hizo durante 99 años, desde 1908 fue la sede del Banco de Holanda y hoy es W Amsterdam.

Este edificio histórico, cuya construcción comenzó en 1906, fue uno de los primeros levantados en hormigón en los Países Bajos, un hormigón que quedó oculto tras una bella fachada de piedra; la entrada principal fue renovada en los años 60 distorsionando un diseño original que ha sido ahora recuperado en la reforma que ha convertido el banco en hotel de 5 estrellas; su distribución interior era la clásica de los bancos: las bóvedas ocupaban la planta baja y el sótano, el primer piso correspondía a una sala monumental y de ahí hacia arriba, se distribuían las oficinas. Todos esos espacios los ocupa hoy un hotel de la cadena W que dispone también de más que interesantes servicios: un restaurante de lujo - en el que te resultará difícil se parar la vista del techo y suelo por la majestuosidad de las lámparas y lo histórico del suelo que es el original de este espacio-, un SPA, un gimnasio y un bar además de sus 66 habitaciones y suites.

El hotel dispone además de un espacio de unos 700 metros cuadrados en el que la moda, el arte y el diseño se dan cita en diferentes exhibiciones, un gran rincón vivo y abierto que tiene siempre belleza que ofrecer, completando así la propuesta de un hotel en el que la historia de su edificio se confabula con la maestría de la cadena W en lo que al servicio hotelero se refiere, todo para ofrecernos el alojamiento perfecto en Amsterdam.