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Alta Peyra, un retiro de altura en la Provenza

A más de 2.000 metros sobre el nivel del mar, un retiro de montaña poco conocido para amantes del lujo alpino sin agobios.

Durante esta semana, y hasta el 29 de diciembre, los amantes del esquí nocturno tienen una cita en Saint-Véran, la pequeña población francesa que preside el valle del Queyras, en la Provenza. Se trata de la comuna a mayor altura de toda Francia y se encuentra en los Alpes, pero más al sur de lo que pudiéramos imaginar en un principio, en la frontera con Italia y a unas horas de Marsella. Allí se van a realizar todos estos días descensos con bengalas y teas encendidas, permitiendo una escena hermosa.

Sus apenas 280 habitantes tienen el honor de ser los responsables de salvaguardar una de las estaciones del distrito de Altos Alpes, uno de los más desconocidos del país vecino y que puede presumir de tranquilidad y de no tener nunca grandes aglomeraciones. Allí se encuentra un pequeño hotel boutique en el que el lujo está en cada rincón.

Con 59 habitaciones y acceso directo a las pistas de esquí, el hotel Alta Peyra es toda una joya de Saint-Veran. Situado a 2.060 metros de altura, domina todo el valle, pues es el punto más alto del mismo. Cuenta con diferentes chalets, en los que se reparten las habitaciones. Las más modestas tienen 18 metros cuadrados, pero son las suites las que destacan, con 46 metros cuadrados de superficie y capacidad para hasta cuatro personas, algunas de ellas en formato dúplex, y con balcón o terraza.

A pesar de que no es un hotel de gran tamaño, cuenta con hasta tres espacios gastronómicos. Así, tenemos L’Alberade, un restaurante coqueto para almuerzos y meriendas, con terraza panorámica sobre el pueblo y con una decoración de montaña clásica. En la última planta del complejo se encuentra Le Roc Alto, el restaurante gourmet, con espacio para 30 comensales y una atmósfera romántica de montaña, todo en madera y con una chimenea siempre encendida. Y para los que quieran algo más dinámico, Le Dardaya une piano bar, wine bar, terraza climatizada y tapas.

Además, hay que sumar un spa gestionado por la firma de cosmética natural Nuxe. Pensado para tratamientos después de disfrutar del esquí, además de los rituales de la firma cuenta con hacuzzi, sala de vapor, piscina y circuito termal. Todo para un relax completo.

Disfrutar de este retiro único es posible a partir de 160 €/noche. La mejor forma de llegar es en coche desde Marsella o Ginebra (a tres horas).